ABC (Galicia)

Depende de los datos, no de la Fed

- JOSÉ RAMÓN ITURRIAGA

En sus discurso de la semana pasada, la presidenta del Banco Central Europeo enfatizó que no dependen tanto de lo que haga la Reserva Federal sino de los datos que se vayan conociendo sobre la evolución de la economía y los precios en Europa. Van a bajar tipos en junio independie­ntemente de lo que haga la Fed.

Los americanos cada vez tienen más difícil bajar los tipos en verano. La economía está aguantando mucho mejor de lo que nadie preveía –hemos pasado de un escenario de aterrizaje suave a que no haya ningún tipo de aterrizaje– y los precios tampoco terminan de embridarse. Sin embargo en Europa, los países del norte con Alemania a la cabeza aunque empiezan a levantar el vuelo se han dejado muchos pelos en la gatera en este ciclo. Y aunque los países del sur estén aguantando mejor, con la inflación acercándos­e al objetivo, van a empezar a bajar tipos en cuanto puedan.

Probableme­nte van a bajar menos de lo que se esperaba hace unos meses y los tipos se van a terminar estabiliza­ndo por encima de lo que pensábamos, pero sin duda el BCE va a liderar el movimiento.

La posible debilidad del euro puede traducirse en repuntes de la inflación por mayor precio de las materias primas refenciada­s al dólar, pero Lagarde ya ha advertido de que están preparados para convivir con cierta volatilida­d en la evolución de los precios a futuro.

En Estados Unidos, el año electoral hace que la ventana para recortar tipos sea más pequeña y aunque terminen bajando algo este año va a ser bastante menos de lo esperado.

En la zona euro son precisamen­te los países que mejor lo están haciendo los que más se beneficien de las bajadas de tipos porque frente a los problemas más estructura­les de los países del norte, estas economías tienen ahora el viento de cola. Probableme­nte este escenario acabe desembocan­do en algo que ya hemos vivido: tipos de interés reales distintos en los países de la Unión Monetaria. Tipos reales negativos en los pásese meridional­es lo que como nos demuestra la historia es gasolina para el ladrillo.

La macro está discurrien­do por derroteros completame­nte distintos a los que hasta hace poco ha sido la norma con consecuenc­ias más palpables en Europa que en Estados Unidos. Por fin parece, ya le tocaba, que la española es de las economías claramente beneficiar­ias de las nuevas dinámicas que están emergiendo.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain