‘O Pequeno’, un ascenso fulgurante, un experto en cáncer y una ‘profe’ ganadera, los fichajes
▶ José López Campos entraba en todas las quinielas; la mayor sorpresa, en Sanidade
La presencia del alcalde de A Estrada, José López Campos (1974), en las dos sesiones del debate de investidura de esta semana pasada en el Parlamento de Galicia llamó la atención por múltiples motivos. Más allá del anecdótico, sus más de dos metros de estatura –‘O Pequeno’, le apodaba Alberto Núñez Feijóo–, reforzó las quinielas que lo situaban como ‘conselleirable’. La sensación generalizada era que la política local se le había quedado pequeña. Y aunque aseguraba hace un año que quería agotar el mandato, pocos más retos le quedaban.
Quienes conocen a quien pudo ser jugador de baloncesto, y pasó después a trabajar en banca y hostelería, antes de saltar a la política, destacan su capacidad para conectar con la juventud como una de sus credenciales. Atesora, además, ese perfil político que Rueda echaba en falta en el ejecutivo. En un concello de tamaño medio, López Campos arrasaba a sus rivales. Había llegado la hora de que jugara en canchas de más relumbrón. ¿Hablarían de él Alfonso Rueda y Luis López, ‘Lugués’, cuando el jueves iban departiendo por los pasillos de O Hórreo, ya elegido por la Cámara el presidente de la Xunta?
No se hablaba tanto, ni mucho menos, de María Martínez Allegue, pese a proceder también de la provincia del mandatario. Para una gran mayoría, esta pontevedresa de 46 años, licenciada en Derecho y funcionaria de carrera de administración local, era una desconocida hasta que fue designada viceportavoz parlamentaria. Comenzó como interventora, secretaria y tesorera a nivel local, y ejerció después cargos directivos en organismos que explican su elección: Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU), Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) y jefa territorial de Infraestruturas. Se la define como una «trabajadora incansable» que «no se arruga ante los retos»: su primera intervención pública fue en la plaza de toros de Pontevedra, el acto estrella de la campaña del 18F. «Que superes la prueba con nota, es sorprendente», elogian desde las filas del PP.
La irrupción en Sanidade de Antonio Gómez Caamaño (Ferrol, 1962) sorprende porque el suyo es un perfil aún menos político que el de su predecesor, Julio García Comesaña. Sin experiencia en gestión a gran escala, es jefe desde 2013 del servicio de Oncología Radioterápica del CHUS, en el que lleva desde 2000. Cómo se desempeñará en política es toda una incógnita por su estilo discreto y sin proyección mediática. Cercano y accesible, muy querido en el hospital, de su servicio se cuenta que «funciona como un reloj», con un muy buen ambiente de trabajo y alta satisfacción de los pacientes. Pese a ser novato, se convierte en el de mayor edad.
El de María José Gómez (Pradedo de Abaixo, Guntín, Lugo, 1976) en Medio Rural es un nombramiento engañoso. Profesora de Inglés en Secundaria, no entró en política hasta 2017. Alcaldesa de su localidad desde 2019, donde logró en el 23 un 83% de los votos, senadora –acudió a la investidura, más desapercibida–, es otro valor local que incorpora Rueda. «No llega al cargo sin saber», aclaran desde Lugo. En A Terra Chá, con su marido, gestiona unas 1.000 cabezas de ganado. «Sabe lo que es ordeñar una vaca», resumen. Trabajadora, humilde, sencilla. La Galicia interior.