El G7 acuerda el fin del carbón y un impulso a la energía nuclear
▶ Deciden dejar de producir electricidad con este combustible fósil entre 2030 y 2035
Los siete países más industrializados del mundo, los que forman el G7, han dicho adiós al carbón entre 2030 y 2035, al tiempo que se comprometen a la reducción del plástico dentro del 2040. Existe el compromiso de «eliminar gradualmente la generación de energía con carbón durante la primera mitad de la década de 2030 o en un periodo coherente con el mantenimiento del aumento de temperatura dentro de un grado y medio», se indica en el documento final hecho público ayer.
Es un paso histórico el que se ha dado en la cumbre ‘Clima, energía y ambiente’, celebrada el lunes y martes en Turín. Los ministros de Medio Ambiente del G7 lograron superar las resistencias de algunos países, en especial de Alemania y Japón, los más críticos. Se llegó así a un compromiso en el que los siete grandes están de acuerdo, tanto los que siguen apoyando el uso del carbón como una fuente de transición. como los que, caso de Francia, piden un calendario más estricto para el abandono definitivo del lignito.
Es un paso histórico el que se ha dado en la cumbre ‘Clima, energía y medio ambiente’, celebrada el lunes y martes en Turín. Los ministros del G7 lograron superar las resistencias de algunos países, en especial de Alemania y Japón, los más críticos. Se llegó así a un compromiso en el que los siete grandes están de acuerdo, tanto los que siguen apoyando el uso del carbón como una fuente de transición, como los que, caso de Francia, piden un calendario más estricto para el abandono definitivo del lignito.
El ministro de Energía del Reino Unido, Andrew Bowie, entusiasta por el acuerdo, llegó a calificarlo como increíble: «Este es un acuerdo histórico, teniendo en cuenta que no logramos alcanzar el objetivo en la COP28 en Dubai el año pasado. Así que poder tener a los países del G7 alrededor de la mesa, enviando una señal al mundo de que las economías avanzadas están listas para abandonar el carbón, es increíble».
Cabe destacar que todas las economías del G7, con excepción de Japón, hace tiempo que se embarcaron en el camino para liberarse de los combustibles fósiles más contaminantes. Por ejemplo, el ministro italiano del Ambiente y Seguridad Energética, Gilberto Pichetto Fratin, confirmó que para la Italia continental liberarse del carbón es cuestión de meses, mientras en Cerdeña se pospone hasta 2027. «Podríamos cerrar las centrales eléctricas de Civitavecchia y Brindisi en 2024», afirmó el ministro. «Estábamos listos en septiembre pasado, pero luego lo pensé mejor, temiendo que pudiera pasar algo a nivel geopolítico. Y, de hecho, poco después se produjo el 7 de octubre y la crisis en el estrecho de Ormuz».
También se destacó el esfuerzo para lograr «una reducción del 75% en las emisiones globales de metano provenientes de combustibles fósiles, reduciendo la intensidad de las emisiones de operaciones de petróleo y gas dentro del año 2030». Los países presionan para «aumentar al triple la capacidad mundial de energías renovables».
Plásticos y microrreactores
Importantes han sido también los avances en la lucha contra el plástico: «El G7 reconoce por primera vez que el nivel de contaminación por plástico es insostenible. El G7 se compromete a reducir la producción global de polímeros, con el objetivo de acabar con la contaminación plástica para el 2040». Se sugieren acciones concretas, que podrían incluir «establecer criterios o requisitos mínimos para el diseño de los productos, incluida la durabilidad, la reutilización, la reparación y el reciclaje». También se planteó la necesidad de «abordar el problema de los productos plásticos innecesarios, problemáticos y evitables, incluidos los plásticos de un solo uso, así como polímeros y productos químicos preocupantes».
El G7 ha creado una plataforma para apoyar el lanzamiento de energía nuclear de nueva generación. El párrafo más alentador está dedicado a la fusión, considerada prometedora, más que a la fisión clásica. «Para aquellos países que opten por utilizar la energía nuclear o apoyar su uso», existe el compromiso de «promover el despliegue responsable de tecnologías de energía nuclear, incluidos reactores avanzados y pequeños reactores modulares como los microrreactores, y trabajar colectivamente para compartir las mejores prácticas nacionales».
Apuestan por la tecnología de fusión «mucho más prometedora que la clásica fisión» y promueven su despliegue responsable