Crean un ‘plástico vivo’ con bacterias que se autodestruye
El poliuretano termoplástico (TPU) se utiliza en fundas de móvil, calzado y piezas de coches. Es un plástico comercial bastante común. Pero en la Universidad de California en San Diego le han añadido un componente especial: le han incrustado esporas bacterianas, capaces de resistir el proceso de fabricación (hasta 135 ºC) y activarse solas al quedar en contacto con el suelo. El resultado es un ‘material vivo’ resistente durante su vida útil que se descompone al ser desechado. Este nuevo tipo de bioplástico podría ayudar a reducir la huella medioambiental de la industria del plástico, anuncian los investigadores en la revista ‘Nature Communications’.
La bacteria escogida para el proceso ha sido una cepa de ‘Bacillus subtilis’, que tiene la capacidad de descomponer materiales plásticos, aunque también se utiliza para hacer probióticos. «Es una propiedad inherente de estas bacterias», dice el coautor principal del estudio Jon Pokorski. Solo necesita cierta exposición a los nutrientes presentes en el compost para germinar y descomponer el material.
Los investigadores mezclaron las esporas con gránulos de plástico, lo fundieron y crearon finas tiras de plástico. Después probaron a ver si se degradaba solo. El resultado fue alentador: al entrar en contacto con la humedad ambiente y el compost, las esporas germinaron dentro de las tiras de plástico, que alcanzaron una degradación del 90% en cinco meses. «Lo que es notable es que nuestro material se descompone incluso sin la presencia de microbios adicionales», dice Pokorski.