ABC - Motor

Electrific­ación Una opción para cada bolsillo

Diferentes niveles de hibridació­n o eléctricos se adaptan a las necesidade­s

- NOELIA SOAGE

La electrific­ación es la solución que más posiciones gana a la hora de intentar frenar las emisiones de CO2 en automoción. Aunque la infraestru­ctura de recarga todavía es insuficien­te, y la instalació­n de puntos de carga domésticos no es una opción para muchos, existen alternativ­as electrific­adas para quienes todavía no quieran, o no puedan, dar el paso hacia un 100% eléctrico.

Cada una de estas opciones se puede adaptar a las necesidade­s de cada conductor, tanto por la disponibil­idad o no de un enchufe, como por el tipo de uso que se vaya a hacer del coche. Y cada una de ellas, por supuesto, adaptada a cada bolsillo. Es decir, dependiend­o del desembolso económico que se quiera hacer, se podrá optar por una u otra tecnología. Al igual que dependerá del tipo de etiqueta medioambie­ntal que se busque, cuyas ventajas irán desde el pago de impuestos, al acceso a subvencion­es a la circulació­n y estacionam­iento. Aunque la más conocida es la posibilida­d de circular libremente por las Zonas de Bajas Emisiones ( ZBE) con las que cuentan ya muchas de las ciudades españolas. Se puede elegir entre motorizaci­ones autorecarg­ables: híbridas ligeras, también llamados microhíbri­dos o por las siglas MHEV, e híbridos convencion­ales. Siguen los híbridos enchufable­s, conocidos por las siglas PHEV; y los 100% eléctricos (BEV o EV), los únicos que sí circulan completame­nte a cero emisiones.

Con el primero de estos propulsore­s no se puede conducir en modo totalmente eléctrico. Su propulsor principal es un motor de combustión, pero está apoyado por un motor eléctrico auxiliar que aumenta el par y ayuda a reducir el consumo. Versiones con modelos en todos los segmentos, aunque los más demandados por los consumidor­es son SUV, con precios medios de entre 22.000 y 27.000 euros aproximada­mente. Un paso más lo dan los híbridos puros, que incorporan un motor de combustión y un motor eléctrico. Normalment­e son impulsados por el motor de combustión, pero a bajas velocidade­s –hasta 50 km/h– y en distancias cortas –aproximada­mente 3 kilómetros– sí pueden circular en modo totalmente eléctrico. Aquí, la tendencia sigue siendo SUV, aunque también entran en juego los compactos; y los precios aumentan, entre 25.000 y 31.000 euros.

Ambas opciones consiguen la etiqueta ECO de la DGT, que conlleva la exención del impuesto de matriculac­ión y un descuento en el impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica ( IVTM) de hasta el 75%, según la comunidad.

Los coches con etiqueta Cero emisiones se benefician de la exención de ambos impuestos. Para lucir esta última, hay que decantarse por un vehículo híbrido enchufable, que dispone de un motor de combustión y de uno o varios motores eléctricos para circular distancias de más de 42 kilómetros solo con energía eléctrica. También SUV y opciones entre 38.000 y 43.000 euros. Por último, los 100% eléctricos, crossovers pequeños y utilitario­s, con precios desde los 19.000 euros, hasta superar fácilmente los 60.000.

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