Electrificación Una opción para cada bolsillo
Diferentes niveles de hibridación o eléctricos se adaptan a las necesidades
La electrificación es la solución que más posiciones gana a la hora de intentar frenar las emisiones de CO2 en automoción. Aunque la infraestructura de recarga todavía es insuficiente, y la instalación de puntos de carga domésticos no es una opción para muchos, existen alternativas electrificadas para quienes todavía no quieran, o no puedan, dar el paso hacia un 100% eléctrico.
Cada una de estas opciones se puede adaptar a las necesidades de cada conductor, tanto por la disponibilidad o no de un enchufe, como por el tipo de uso que se vaya a hacer del coche. Y cada una de ellas, por supuesto, adaptada a cada bolsillo. Es decir, dependiendo del desembolso económico que se quiera hacer, se podrá optar por una u otra tecnología. Al igual que dependerá del tipo de etiqueta medioambiental que se busque, cuyas ventajas irán desde el pago de impuestos, al acceso a subvenciones a la circulación y estacionamiento. Aunque la más conocida es la posibilidad de circular libremente por las Zonas de Bajas Emisiones ( ZBE) con las que cuentan ya muchas de las ciudades españolas. Se puede elegir entre motorizaciones autorecargables: híbridas ligeras, también llamados microhíbridos o por las siglas MHEV, e híbridos convencionales. Siguen los híbridos enchufables, conocidos por las siglas PHEV; y los 100% eléctricos (BEV o EV), los únicos que sí circulan completamente a cero emisiones.
Con el primero de estos propulsores no se puede conducir en modo totalmente eléctrico. Su propulsor principal es un motor de combustión, pero está apoyado por un motor eléctrico auxiliar que aumenta el par y ayuda a reducir el consumo. Versiones con modelos en todos los segmentos, aunque los más demandados por los consumidores son SUV, con precios medios de entre 22.000 y 27.000 euros aproximadamente. Un paso más lo dan los híbridos puros, que incorporan un motor de combustión y un motor eléctrico. Normalmente son impulsados por el motor de combustión, pero a bajas velocidades –hasta 50 km/h– y en distancias cortas –aproximadamente 3 kilómetros– sí pueden circular en modo totalmente eléctrico. Aquí, la tendencia sigue siendo SUV, aunque también entran en juego los compactos; y los precios aumentan, entre 25.000 y 31.000 euros.
Ambas opciones consiguen la etiqueta ECO de la DGT, que conlleva la exención del impuesto de matriculación y un descuento en el impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica ( IVTM) de hasta el 75%, según la comunidad.
Los coches con etiqueta Cero emisiones se benefician de la exención de ambos impuestos. Para lucir esta última, hay que decantarse por un vehículo híbrido enchufable, que dispone de un motor de combustión y de uno o varios motores eléctricos para circular distancias de más de 42 kilómetros solo con energía eléctrica. También SUV y opciones entre 38.000 y 43.000 euros. Por último, los 100% eléctricos, crossovers pequeños y utilitarios, con precios desde los 19.000 euros, hasta superar fácilmente los 60.000.