ESTRENAR
LLa realización del deseo de vivir en pareja cambia mucho nuestra existencia. Por lo general, al principio hay mucha ilusión, pero también puede sentirse miedo. ¿Se acabará la magia? ¿Me sentiré menos libre? ¿La rutina transformará lo que sentimos ahora?
Esas dudas se disipan pronto porque, desde el principio de la relación hasta que se decide un proyecto en común, los miembros de la pareja suelen tener tiempo de conocerse. Pero, para que el proyecto salga bien, conviene establecer acuerdos con uno mismo y con nuestra pareja. Dos acuerdos importantes sobre los que se asienta la calidad del compromiso afectivo serían:
El respeto al espacio personal y la vida profesional del otro. Esto supone el apoyo mutuo cuando surgen dificultades, así como la no intromisión en lo que concierne al trabajo y las actividades del cónyuge. La sensación de sentirse libre y acompañado a la vez es fundamental para la buena salud amorosa. Vivir lo cambia todo. ¿A qué compromisos deberíamos llegar para que la no acabe en desencanto?
El reparto de tareas así como el acuerdo sobre dónde vivir, cómo, si tener hijos y cuándo. Muchas de las peleas pueden venir de que algún miembro de la pareja esté más sobrecargado que el otro.
Cuando se planea una vida en común, conviene combinar tres proyectos: el propio, el de la pareja y el común. Tú, yo y nosotros. Las diferencias que hay entre ambos pueden enriquecer el común. Cuando no se trata de la primera pareja, el pasado puede influir en este nuevo proyecto si no hemos elaborado bien la historia anterior.
Raquel y Javier están trasladando sus cosas a la casa que han alquilado para vivir. Habían quedado a una hora para colocarlas juntos, pero Javier se retrasa mucho y ella empieza a ordenar. Elige cajones y estanterías y comienza a enfadarse porque no puede hacerlo con él. Aparecen en su mente ideas que no le gustan. Raquel tiene 35 años y es la segunda vez que intenta un proyecto en común. Hace varios años se separó de su ex porque siempre se sentía sola. El pasado contamina estos momentos. Acabar con el ideal Cuando aparece Javier, comprende el enfado de Raquel y la deja hablar y después le cuenta las razones de su retraso y por qué no pudo avisarla. Raquel se da cuenta de que ha sido un error no haberse interesado antes por las razones de la tardanza. Ambos aceptan las características del otro. Raquel es un poco impulsiva y Javier la ha escuchado sin recriminarle su reproche. Ella