Impuesto a los gigantes tecnológicos
La Comisión Europea (CE) ha propuesto introducir un impuesto del 3 por ciento sobre la facturación de las grandes empresas tecnológicas para gravar sus actividades allí donde generan valor y atajar las prácticas que les permiten reducir al mínimo su contribución a las arcas públicas europeas. La iniciativa llega a instancias de Francia y con el apoyo de las principales economías –Alemania, España, Italia o el Reino Unido-, que pidieron acabar con las lagunas en la legislación actual. Bien está, ¿pero qué hará Irlanda? ¿Ejercerá su derecho de veto?