Una prisión de tamaño medio y baja conflictividad
De ser condenado, la elección de cárcel para Urdangarin será muy complicada
Lo que parece claro es que a pesar de que un condenado que está en libertad tiene derecho a ingresar en la cárcel que elija, en este caso será Instituciones Penitenciarias la que le designe aquella que considere más conveniente.
«En principio lo más lógico es que se escoja un centro de tamaño medio y se le destine a un módulo en el que no haya demasiados reclusos, que además no sean conflictivos», explican las fuentes consultadas por ABC. Añaden que la «entrada en prisión de una persona relevante siempre provoca alteraciones en la vida carcelaria hasta que todos se hacen a la nueva situación».
Además será importante que el equipo directivo sea experimentado y tenga una buena relación con los trabajadores del centro, de modo que se pueda evitar en lo posible la tentación de que alguno intente utilizar la presencia de Urdangarin en beneficio de sus intereses. En este sentido, a nadie escapa que la opinión pública se volcaría si se produce esa hipotética entrada en prisión, y que los funcionarios –además de los propios internos– podrían recibir todo tipo de ofertas a cambio de informaciones o imágenes del marido de Doña Cristina en un centro penitenciario. «Para evitar este tipo de filtraciones es imprescindible que todo el equipo que vaya a tener contacto con él sea de la máxima confianza», dicen las fuentes.
Lo único que está claro es que, de producirse la condena –lo que está por ver– se descarta que pudiera cumplirla en Cataluña, no porque sea legalmente imposible, sino por la actual situación política. En este momento político sería inasumible que cumpliera una posible condena en Cataluña