«Picasso era un poco Drácula»
Antonio Banderas interpreta al pintor malagueño en la nueva temporada de «Genius», de National Geographic
Pablo Picasso no era muy aficionado a conceder entrevistas. Según cuentan, no le gustaba su voz y le avergonzaba su ligero acento español al hablar francés. Ni siquiera escribió nunca sobre sí mismo. Es difícil imaginar qué pensaría si viera «Genius: Picasso», la segunda temporada de la serie de National Geographic, que se estrena el 26 de abril. Antonio Banderas, casi rapado para interpretar al pintor malagueño en su madurez, dará a conocer en 170 países la vida de una figura tan ensalzada en lo artístico como controvertida en lo personal. «No es la típica historia de héroes, aunque Picasso tenía un superpoder: podía ver el mundo de mil formas, pintar en cada estilo imaginable y crear nuevos. Aquí lo exploramos como el hombre fascinante y desbordante que fue», cuenta Ken Biller, creador de la ficción.
Cuando Biller y Ron Howard, productor ejecutivo, decidieron retratar a Picasso pensaron inmediatamente en Banderas. «Era la elección perfecta. Sabía que era un actor brillante, pero no que era malagueño y le gustaba tanto el artista. Fuimos a Londres a convencerlo y me di cuenta de que era un experto», cuenta Biller. —¿Cómo empezó a «empaparse» en Picasso? —Cuando me dijeron que querían que yo fuera Pablo me hice con un montón de literatura. Algunas cosas ya las había leído, como la biografía de John Richardson. También leí el libro de Françoise Gilot, que tiene cosas que están bien y otras no tanto. Se produce una pequeña traición, porque no solo habla de su relación con él… Luego me puse a pintar y copié cuadros de Picasso para hacerme con los pinceles, los óleos y vi documentales, aunque hay poco rodado. —Alex Rich da vida al Picasso joven. ¿Cómo ha trabajado con él? —Nos observamos bastante. Él es norteamericano y ha tenido que hacer un trabajo muy duro. Luego yo me he acoplado a sus gestos. Él andaba como Picasso, que siempre tenía las piernas muy abiertas, casi como un torero.
La serie se grabó en la plaza de toros de La Malagueta, en la iglesia de Santiago y en la casa natal de Picasso. «Buscábamos autenticidad, no folclore», cuenta Biller. Fuera de Málaga, rodaron en París, Barcelona, Budapest y Malta. Lo hicieron en inglés. «Grabar en español habría sido bueno, pero hubiéramos tenido que cambiar también al francés y doblar mucho». —¿Qué culpa tiene usted de que la producción pase por Málaga? —Les dije que tenían que venir a ver su luz, donde nació y vivió. Les conté que tras la muerte de Franco vi cómo regresaban a España Sánchez Albor- noz, Alberti… pero la ciudad no pudo ver a Picasso. Y me regalaron la primera escena, en la playa con Dora Maar. Fue surrealista y bonito verlo en Málaga, aunque fuera de mentira.
En lo personal, Picasso es una «figura con claroscuros, con muchos amores y una vida diferente, libre», señala el productor. Fernande Olivier (Aisling Franciosi), Marie-Thérèse Walte (Poppy Delevingne), Dora Maar (Samantha Colley), Françoise Gilot (Clémence Poésy) y Eva Gouel fueron solo algunas de sus mujeres. Le dieron cuatro hijos, pero sus idilios nunca tuvieron final feliz. «Damos peso a las mujeres. No siempre las trató de forma amable, pero creo que sintió amor genuino y pasión por todas. Y las apoyaba como artistas», puntualiza Biller. —¿Qué nos va a sorprender más? —Su vida personal está relacionada con su obra y esa vida está muy ligada a la mujer. Usa a la mujer para inspirarse y eso provocó dolor y daños colaterales. Fue muy infiel. Era un poco Drácula; necesitaba sangre fresca para seguir creando sus obras. Era un niño muy grande, hasta la muerte lo quería todo. —¿Cómo veríamos hoy su relación con las mujeres? —Yo lo interpreto e intento no establecer un juicio moral. A ver cómo reacciona la gente cuando lo vea. Lo que no hacemos es glorificarlo. —¿Ha hablado con sus herederos? —Conozco a su nieto Olivier y hablé por teléfono con su hija Maya, que decía que Picasso era padre al 365%. Cuando Olivier me vio con la calva, flipó. Le mandé una foto en la que tengo cogida a Maya y la tiene puesta en casa.
Mientras esperan la acogida de esta segunda vida de Picasso, piensan en su próximo «Genius», una mujer.
Inglés con acento «Grabar en español habría sido bueno, pero habría que doblar mucho», dice el creador