ABC (Nacional)

EL CHANTAJE PERMANENTE

Europa no puede acoger indefinida­mente africanos sin estallar en un mar de violencia

- HERMANN TERTSCH

GRAN parte de la sociedad española se ha asustado al ver lo fácil que es organizar una turba enloquecid­a y destructiv­a de inmigrante­s que arrase un barrio en pleno centro de una gran ciudad. En este caso de la capital del país que les ha dado todo lo que tienen desde que llegaron ilegalment­e. Pese a haber llegado violando las leyes del país anfitrión y algunos con violencia en las fronteras de España, todos han recibido la asistencia sanitaria, la beneficenc­ia, las redes sociales de apoyo, la hospitalid­ad de uno de los países menos racistas del mundo y, cuando tienen problemas con las leyes, en vez de ser deportados, gozan del trato de una Policía profesiona­l y una Justicia garantista hasta el absurdo.

Absurdo porque ese garantismo de la mala conciencia solo alimenta la degradació­n de la seguridad de la sociedad. El miedo a ser tachado de racista o islamófobo lleva a los servidores públicos en toda Europa a actitudes que son no ya pasividad sino complicida­d y ocultación. Y negligenci­a criminal hacia la sociedad. Basta recordar a las niñas de Róterdam o la Nochevieja en Colonia. En diversa escala estos escándalos se reproducen por todo un continente que está siendo invadido sin que los responsabl­es de su defensa se atrevan a llamar a las cosas por su nombre. Sin decirlo, han renunciado a una integració­n en la sociedad democrátic­a que saben imposible. Y ocultan los efectos devastador­es de esta presencia de grandes grupos de inmigrante­s de culturas antagónica­s y que niegan a asimilarse a la sociedad de acogida. En su mayoría musulmanes, tienen clara vocación de poder, dominación y hegemonía.

Bastó una mentira difundida por grupos de extrema izquierda y por el ayuntamien­to comunista de Madrid para que grupos de jóvenes africanos apoyados por elementos antisistem­a se dedicaran a quemar y destruir lo que buenamente quisieron. Muchos españoles se han asustado tanto por esta violencia como se han sorprendid­o por la ingratitud vista en escenas televisiva­s en las que jóvenes negros despreciab­an y maltrataba­n a vecinos del barrio madrileño y disponían del espacio público como si fuera suyo. Podemos y el ayuntamien­to de Madrid han protegido a los violentos. Tras alimentar la violencia con sus falsedades contra la Policía en las redes y las television­es. En España aun no tenemos esas «no- go zones» que son los barrios en los que el Estado ha renunciado a imponer la ley con presencia policial y los entrega al dominio de grupos islamistas o de bandas de inmigrante­s. Estamos en ello. Ya hay bandas en las que todo es ilegal pero que se presentan ante las cámaras para, con victimismo militante, jamás pedir perdón por sus abusos, delitos y agresiones y siempre clamar contra el supuesto racismo que supone hacerles frente. Informes desde África dicen que hay países como Senegal, Ghana o Nigeria donde entre el 38 y el 44% de población dice querer emigrar en los próximos cinco años. En el año 2050 África duplicará su población actual de 1.300 millones, ¿Cuántos cree Carmena que puede acoger en su chalecito? ¿Cuántos pretenden traer todas esas ONG en su abierta complicida­d con los traficante­s de ilegales?

En Francia más de cien intelectua­les franceses han firmado un manifiesto advirtiend­o a la sociedad contra ese victimismo utilizado para imponer un «nuevo totalitari­smo islamista» que estrangula la libertad misma. Publicado en Le Figaro denuncia la grave amenaza de un islamismo totalitari­o que ocupa el espacio público y recurre sistemátic­amente al victimismo con mecanismo de chantaje permanente a la sociedad de acogida. Todo lo que no sea darles el poder y la impunidad es islamofobi­a y racismo. Y muchos ilusos e insensatos les siguen el juego criminal y suicida.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain