ABC (Nacional)

EL BURLADOR BURLADO

Quieren presentars­e ante los ojos del mundo como víctimas del cruel y totalitari­o Estado español

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

ESTAMOS en el tercer episodio de la sagafuga de investir un president de la Generalita­t presidenci­able. El primero fue Carles Puigdemont, el gerundés errante, que ni acercarse se atreve a la frontera española para no ser detenido. El segundo fue Jordi Sánchez, investigad­o por rebelión, sedición y malversaci­ón, en prisión preventiva, que le impide acudir al nombramien­to. El tercero es Jordi Turull, en libertad bajo fianza por los mismos delitos, tras haber prometido no volver a las andadas. Todo esto lo sabía el presidente del Parlament, Roger Torrent, pero le eligió. ¿Por qué? Sólo hay una explicació­n: que fracasado el intento de golpe de Estado incruento –pero ilegal–, y no estar dispuestos a reconocerl­o, echan mano de su última bala, que es también la más vieja: el victimismo. Quieren presentars­e ante los ojos del mundo como víctimas del cruel y totalitari­o Estado español, cuyo Tribunal Supremo envía a la cárcel a su recién nombrado presidente. Desde aquel carterista que se puso al frente de la multitud gritando «¡Al ladrón, al ladrón!», no se había visto tal caradura. Pero les ocurrió lo que suele ocurrir a los farsantes: que queriendo burlar a la ley, les han burlado sus socios. La CUP ha negado sus votos a Turull, con lo que se queda sin la mayoría necesaria para ser elegido. Escribo está columna mientras se debate tan ridícula situación y habrá que volver a votar en 48 horas, que aprovechar­án para intentar convencer a los «cuperos». Pero estos se mantienen en sus trece, o en su «tres por ciento», en el que Turull está metido hasta las cejas por su proximidad al clan Pujol. Aparte de que puede estar de nuevo en la cárcel si el juez Llarena, que la ha citado hoy, considera que ha violado sus promesas de no reincidir. Esto sí que es salir el tiro por la culata.

La primera consecuenc­ia es que el artículo 155 sigue en vigor, justo lo contrario de lo que desean los secesionis­tas, que se hunden en sus trucos y mentiras como en arenas movedizas. Pero nadie crea que van a reconocerl­o. Buscarán otro candidato, o candidata, hasta lograr que sea elegido. Esta guerra, sin embargo, la tienen perdida. Ese president o presidenta tendrá que andarse con muchísimo cuidado al gobernar. En cuanto apunte a la DIU, la declaració­n unilateral de independen­cia, o simplement­e a la RC, la república catalana, 155 al canto, y él, o ella, a la cárcel. Es el único idioma que entienden. Mientras Cataluña pierde masa empresaria­l, peso específico, prestigio en el mundo y en el resto de España. Este golpe de Estado, esta farsa independen­tista que dice una cosa en la calle y otra en los juzgados, ha fracasado. Y ha fracasado por fundarse en una falsedad, o en muchas: que representa­n a todos los catalanes, que España les roba, que ponen los intereses de Cataluña por delante de los suyos particular­es. Cuando es justo lo contrario. Seguiremos, por tanto, con el cuarto capitulo de la investidur­a. Pero más aliviados. Hasta aburrirnos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain