Sarkozy se lamenta de la falta de apoyo de su partido
Nicolas Sarkozy se defiende con mucho brío y determinación de las acusaciones de corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña electoral y apropiación indebida de fondos públicos, en tanto que su partido, Los Republicanos (LR), lo defiende con una llamativa y embarazosa tibieza.
Sarkozy comenzó por filtrar al matutino conservador «Le Figaro» las grandes líneas de sus declaraciones a laPolicía Judicial, durante su detención preventiva el martes y el miércoles, algo que volvió a reiterar por la noche en la TV: «Vivo el infierno de un rosario de calumnias». «Se me acusa sin fundamento. No hay ninguna prueba concreta». «Quienes me acusan, sin pruebas, son asesinos, personajes que han sido condenados por numerosos delitos: se trata de mentiras, apoyadas con documentos falsos». «Fui yo quien lideró las operaciones militares que pusieron fin al régimen de Gadafi, con el mandato de Naciones Unidas. Gadafi tuvo muchos meses, durante esas operaciones, para denunciar él mismo las acusaciones que hubiese sido posible hacer. No lo hizo. No había nada de nada. Las denuncias, falsedades y calumnias comenzaron después, lanzadas por algún familiar y oscuros personajes que deben rendir cuentas a la justicia».
Publicados esos argumentos de fondo en «Le Figaro», Sarkozy hizo una brillante aparición personal en el telediario de TF1, la noche del nueves, para comentar por lo menudo esa ofensiva personal contra las acusaciones avanzadas por los jueces de instrucción. Frente el vigor personal de Sarkozy, que respondió con ira a todas las acusaciones, la respuesta de su partido, Los Republicanos (LR), destacó por su falta de energía. Sin duda, Laurent Wauquiez, el flamante y poco visible líder de LR, ha reclamado la «presunción de inocencia», insistiendo en el carácter «inútil y humillante» de la detención de Sarkozy durante dos días. Pero se trata de un servicio mínimo y muy poco estimulante. El resto de los antiguos compañeros de viaje del expresidente han preferido guardar silencio.