El sustituto de Kuczynski llega de Canadá para atajar la corrupción
El vicepresidente y embajador, Martín Vizcarra, «indignado» por la situación actual
Hace menos de una semana, Perú fue noticia mundial por el fastuoso matrimonio de la «princesa de los Andes», Sassa de Osma, con el noble europeo Christian de Hannover, evento que los peruanos siguieron con orgullo nacional. Tras el cuento de hadas, volvió a ser noticia cuando Pedro Pablo Kuczynski (PPK), de 79 años, renunció a la presidencia para «no ser un escollo» en la unidad entre los peruanos.
La dimisión fue obligada por los vídeos grabados a escondidas por un congresista del partido opositor liderado por Keiko Fujimori (que perdió la elección presidencial en 2016), Moises Mamani, en los que se ve al ministro de Transportes, Bruno Giuffra, al abogado de PPK, Alberto Borea, y al hermano de Keiko, Kenji Fujimori, ofreciendo proyectos a cambio de votar contra la destitución de Kuczynski.
El sucesor de Kuczynski, Martín Vizcarra, es a un tiempo el primer vicepresidente y el embajador de Perú en Canadá. A través de Twitter se declaró «indignado por la situación actual, como la mayoría de los peruanos», pero se mostró convencido de que juntos «demostraremos» que se puede «salir adelante». Por ello anunció su regreso a Perú desde el retiro canadiense para ponerse a disposición del país, «respetando lo que manda la Constitución».
«No nos dejaremos pisotear»
PPK fue visitado en su casa, en el exclusivo distrito de San Isidro, por un grupo de menos de diez simpatizantes que querían darle las gracias. Megáfono en mano, les gritó: «¡Unos delincuentes! No nos vamos a dejar pisotear por unos delincuentes».
El congresista de Alianza por el Progreso César Villanueva señaló ayer que en vez de votar la carta de renuncia de PPK, en el lleno se discutirá destituirlo «por incapacidad moral permanente». Una forma de humillarlo. Los ánimos están caldeados, porque el bloque parlamentario de Kuczynski acusa al partido de Keiko Fujimori de espionaje, incluso al presidente.
Mientras, el fiscal anticorrupción, Hamilton Castro, pidió al Poder Judicial prohibir a Kuczynski salir del país. El juez programará la audiencia sobre esta solicitud una vez que el parlamento acepte la renuncia presidencial. Además, el presidente del Congreso, Luis Galarreta (del partido de Keiko), pidió a la fiscalía el desafuero tanto de su hermano Kenji como de los congresistas Mercedes Araoz, Carlos Bruce, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocangel.
El ex primer ministro peruano Pedro Cateriano aseguró a ABC que el comportamiento de PPK ha hecho «un gran daño» a la democracia peruana que, a a su juicio, está «bajo amenaza mientras los Fujimori participen en la vida política», apuntó sobre el clan cuyo patriarca, Alberto, fue indultado por Kuczynski el pasado 24 de diciembre, solo tres días después de salvarse de su destitución gracias a la ayuda de Kenji Fujimori, que atrajo a nueve congresistas del partido de su hermana Keiko a abstenerse. Ambos se enfrascaron en una guerra fratricida en la que el padre apoya a su hijo menor. Ella devolvió el golpe al presentar los vídeos del intercambio de prebendas por votos a favor de PPK.