ABC (Nacional)

Un perjuicio de 150 millones para la Liga

La patronal calcula que pierde ese dinero por no jugar los viernes y los lunes

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN MADRID

La guerra entre la Federación y la Liga por el poder en el fútbol está declarada ante la Justicia para delimitar de una vez la potestad de cada institució­n en el balompié español. El órgano que preside Rubiales permitió en las once jornadas finales de la campaña pasada que el campeonato nacional se disputara los viernes y los lunes, porque la razón principal de la presunta prohibició­n, el rechazo de los espectador­es a acudir a los estadios en esos días, no tenía sentido al jugarse a puerta cerrada. Pero al comenzar este curso prohibió de nuevo que los partidos se jueguen en esos días de cada semana, con la jueza de Competició­n como arma ejecutiva.

El fútbol continúa hoy sin público, pero la FEF «olvidó» que su argumento tampoco tenía sentido ahora y solicita 60 millones en total, 30 por los encuentros de los viernes y otros 30 por los lunes. El acuerdo ante el CSD parece imposible y se espera que los tribunales marquen el terreno de los dos organismos y eviten estas disputas periódicas.

El daño que sufren los clubes con estos palos en sus ruedas es enorme. La patronal considera que pierde entre 150 y 200 millones de euros por la concentrac­ión de partidos en sábado y domingo, porque no cumple el monopolio horario de sus diez encuentros de cada jornada y sus operadores televisivo­s pagan menos dinero. La Liga calcula que el perjuicio económico ronda el diez por ciento de los ingresos anuales de sus 42 clubes, que ascendía hasta el 13 de marzo, justo antes de la pandemia, a 2.000 millones de euros.

La pandemia, 300 millones

Rubiales quiere poder y dinero para conceder derechos. Hoy, su razonamien­to jurídico se desmonta al no haber perjuicio para las aficiones. Es un capítulo más en esta guerra de los cien años por la potestad del balón.

El litigio de esas dos fechas de cada semana es un perjuicio económico para los equipos profesiona­les que se suma a los 300 millones que han perdido por la falta de público, la falta de taquillas y el cierre de todos los negocios paralelos, con el «merchandis­ing» como factor clave en los grandes clubes.

Es un mal generaliza­do, no solo lo ha pagado nuestro fútbol, pero en España se agrava por esta lucha entre institucio­nes. El maldito virus supuso que el Scudetto se dejara por el camino 500 millones y la Premier nada menos que 900. Francia cerró la tienda y no hubo más liga.

Tebas consiguió evitar el desastre al disputar las once jornadas finales del campeonato anterior y salvar los muebles, pues los clubes ya habían percibido de Telefónica el dinero de esos 110 partidos, una cantidad que superaba los 550 millones.

Con la excepción del Real Madrid, el Barcelona, el Atlético, el Athletic, el Sevilla, el Betis y el Valencia, la mayoría de los equipos cubren el 95 por ciento de su presupuest­o con los derechos de televisión. Al menos taparon sus goteras. La conclusión de la Liga significó también que el resto de los deportes cobrara el 2,5 por ciento de ese contrato con la empresa española de telefonía.

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REUTERS Herrera controla un balón en el partido Granada-Athletic

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