Alemania, incapaz de doblegar la curva, prevé que sus casos se multipliquen por diez
Controlará los móviles de los viajeros para asegurarse de que cumplen cuarentena
Merkel ha explicado, en una reunión con diputados de su grupo parlamentario, que la mutación británica del virus es lo que está detrás del repunte de infecciones y muertes durante las últimas semanas y ha adelantado que los expertos que asesoran al Gobierno alemán cuentan con que la incidencia se multiplique por diez en las próximas semanas. «Si no logramos parar esa variante británica tendremos en Semana Santa una incidencia diez veces mayor», ha sido su advertencia, en referencia a los actuales 164,5 casos por cada 100.000 habitantes. Por este motivo, la canciller alemana es partidaria de mantener el cierre de gastronomía, ocio, cultura y deporte, además de comercio, excepto supermercados y farmacias, y los colegios y guarderías durante diez semanas más. Para lograr controlar la situación, el ministro alemán de Sanidad, Jens Spahn, anunció ayer que a partir del 14 de enero serán necesarios más test para embarcar rumbo a Alemania y que todos los viajeros estarán obligados a registrarse en línea antes de comenzar su viaje. Con el acceso a los datos de sus teléfonos móviles, las autoridades sanitarias de Alemania controlarán que los pasajeros cumplan correctamente con la cuarentena de diez días y su movilidad.
Obligar a vacunar
En esta misma línea, el presidente de Baviera, Markus Söder, insistió ayer en la necesidad de endurecer todavía más las restricciones, declaró obligatorio el uso de mascarillas FFP2 en el transporte público y pidió un dictamen al Consejo Ético Alemán sobre la posibilidad de obligar a vacunarse al personal sanitario y cuidadores de ancianos, vistos los altos porcentajes de estos profesionales que están rechazando la vacuna.
Varias personas vacunadas en Baviera han vuelto a dar positivo, aumentando las dudas sobre la efectividad de la vacuna Pfizer-BionTech. «La probabilidad de infectarse después de la vacunación completa es muy baja», insistió la oficina responsable de la vacunación, que confirma la efectividad del 95% y aclara que, después de la primera dosis hay un 50% de protección y después de la segunda dosis, que se aplica pasadas tres semanas, se logra una protección del 95%, «pero no de forma instantánea sino aproximadamente tras una semana más», por lo que el proceso de inmunización de esta vacuna dura en total ocho o nueve semanas.
Ayer, por otra parte, comenzaron a ser distribuidas en Alemania las primeras 60.000 dosis de la vacuna de Moderna. El primer camión llegaba poco antes de las cuatro de la mañana al cuartel de Quakenbrück, escoltado por la Policía federal y el teniente general Schelleis se ha hizo cargo del inicio del reparto a los Bundesländer. La mayor diferencia entre el producto de Moderna y la vacuna ya entregada de BionTech es que la de Moderna debe almacenarse solamente a menos de 20 grados Celsius, mientras que la de BionTech requiere un almacenamiento constante a menos 70 grados centígrados. Es estable durante 30 días, lo que amplía el plazo de uso desde su descongelación y, si bien la vacuna BionTech debe diluirse con una solución de cloruro de sodio antes de inyectarse, el producto Moderna se suministra listo para usar y contiene aproximadamente tres veces más vacuna por dosis. El ministro Spahn ha advertido que no habrá opción en cuanto a si desea recibir una vacuna u otra.
Importación de muertos
Todo esto sucede con 12.802 contagios y 891 muertos en las últimas 24 horas, habiendo superado ya los 40.000 fallecidos. La vecina República Checa prohibió ayer la importación de cadáveres de las vecinas Austria y Alemania para ser cremados en su territorio por miedo al propio colapso.
Varios de los 27 crematorios del país, con capacidad de hasta 700 cremaciones diarias en conjunto, en un país con 10,7 millones de habitantes están ya superados por el trabajo y las tarifas más altas que pagan las funerarias alemanas estaba desplazando la demanda local.