ABC (Nacional)

Trump se va con indultos y un museo para preservar la memoria histórica

Colón, fray Junípero y De Gálvez, entre los homenajead­os por el presidente saliente

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

A Donald Trump le quedan horas en la Casa Blanca y está acelerando para dejar atado todo aquello que el cargo y la ley le permiten. En sus últimas horas en ejercicio, el presidente número 45 de Estados Unidos está emitiendo una serie de decretos que abarcan desde la construcci­ón de un nuevo museo para la preservaci­ón de la memoria histórica hasta una serie de indultos que algunas fuentes estiman en más de un centenar.

Una de las últimas decisiones de Trump ha sido cumplir la promesa hecha el 4 de julio del año pasado, cuando fue al monte Rushmore, y ante las gigantesca­s esculturas de George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Teddy Roosevelt, prometió un museo de esculturas para honrar la memoria histórica, justo durante una ola de ataques a estatuas de todo tipo en EE.UU. Ayer Trump emitió «in extremis» el decreto para su creación.

En ese museo, bautizado como «Jardín de Héroes Americanos», habrá más de 250 estatuas con todo tipo de líderes históricos y artistas. Están presidente­s como George Washington y Abraham Lincoln; cantantes como Frank Sinatra o Whitney Houston; deportista­s como Kobe Bryant, y hasta estrellas de Hollywood como Walt Disney o el actor John Wayne.

Y se incluyen varios españoles ilustres, o representa­ntes históricos de la corona española en América. Estará el navegante Cristóbal Colón, y también el misionero fray Junípero Serra, que abrió las misiones de California en torno a las cuales se crearon algunos de los mayores centros de población actuales. Las estatuas de ambos fueron vandalizad­as en verano durante la protesta racial, atacadas con pintura y derribadas. Del Capitolio de California, en Sacramento, retiraron los demócratas una estatua de mármol de Colón y la reina Isabel la Católica.

Se les añade en este nuevo museo el héroe de guerra español Bernardo de Gálvez, gobernador de la Luisiana, cuyas gestas militares en el sur de lo que hoy es EE.UU. le permitiero­n a la nueva nación americana consumar su independen­cia. De momento, De Gálvez, que es ciudadano honorífico de EE.UU., se ha salvado de la quema, y sus dos estatuas en Washington están a salvo.

Dentro del Capitolio de Washington, que fue saqueado el 6 de enero por partidario­s de Trump que trataban de impedir que se validara la victoria de Joe Biden, hay una estatua de fray Junípero donada por el estado de California y lienzos de Colón y el conquistad­or español Hernando de Soto arribando al Misisipi. Ninguna de esas obras de arte sufrió daños en el saqueo.

El presidente manda que se cree una comisión para que decida dónde estará este museo. Del interés que tenga Biden depende que ese proceso se acelere o que quede en el olvido, enterrado por las prioridade­s a las que se enfrenta esta nación, como la pandemia.

Perdón presidenci­al

La decisión más esperada de Trump es la de los indultos y conmutació­n de penas. Según avanzó el domingo por la noche la cadena CNN serán más de cien, una cifra menor que la de varios predecesor­es suyos en el cargo. En la lista de perdonados, que aun n o se ha hecho pública, habrá personas de raza negra condenadas a largas penas de cárcel por delitos menores, en muchos casos relacionad­os con el menudeo de droga. Entra esto dentro de una gran reforma del sistema carcelario emprendida por Trump, en la que le han asesorado la pareja que conforman el rapero Kanye West y su mujer Kim Kardashian.

El presidente convocó una reunión el domingo para finalizar la lista de indultos, según varias fuentes. Hay también conocidos suyos, aunque los casos más polémicos ya los aprobó Trump en Navidad, cuando concedió indultos a Charles Kushner, el padre de su yerno Jared Kushner, y a viejos colaborado­res suyos como Paul Manafort y Roger Stone. Manafort fue condenado a siete años de cárcel por delitos financiero­s mientras que Stone, cuya pena ya había sido conmutada por Trump antes de que entrase en prisión, a 40 meses por mentir al Congreso, manipular a testigos y obstrucció­n. Estos dos últimos fueron investigad­os en la llamada trama rusa, que instruyó el fiscal Robert Mueller.

Tradiciona­lmente, el presidente recibe peticiones de indulto en sus últimos días en la Casa Blanca, y depende de él aceptarlas o no. Barack Obama, por ejemplo, emitió más de 300. George Bush se quedó en apenas una veintena a semanas de dejar el cargo. Más controvert­idos fueron los de Bill Clinton el día en que se marchaba de la Casa Blanca, a 140 personas, incluidos prófugos y condenados que le habían apoyado en sus campañas.

Indultos De los cien indultos que prevé Trump habrá varias personas condenadas por venta de droga

Casos previos En Navidad, Trump ya perdonó al padre de su yerno y a estrechos colaborado­res suyos

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REUTERS Miembros de una banda de música militar ataviados con trajes del siglo XVIII ensayan en Washington
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