Un libro persa por un bocadillo judío
«EL PROFESOR DE PERSA»
Dirección: Vadim Perelman. Con: Nahuel P. Biscayart, Lars Eidinger... l director canadiense de origen ucraniano Vadim Perelman consigue moldear y convertir lo que es otra trágica parada en el nazismo y el horror del Holocausto (con trazas de estar basada en hechos reales) en un vibrante e inteligente, y también en ocasiones humorístico, garbeo por el enorme «armamento» que tiene a su disposición el ser humano para sobrevivir. El intercambio de un libro persa por un bocadillo del protagonista, un joven judío apresado y conducido a un campo de concentración, es el detonante de una historia asombrosa, pues el joven se hace pasar por persa y conocedor del idioma y salvar así la vida dándole clases a un oficial
Ede las SS empeñado en aprenderlo. Detalle importante: el joven judío no sabe ni una palabra de farsí.
El director distribuye bien los acentos por su historia, retrata el miedo, las atrocidades y la atrofia moral en el interior de ese campo, al tiempo que la relación de ese «farsante en farsí» con la soga al cuello y con el verdugo, pero lo que acentúa con brillantez es lo que trasciende, vincula y ofrece confianza el compartir un «idioma», además de, como en este caso, la mágica sensación casi poética mientras se construye, se inventa. La intriga, la agudeza, el constante peligro (el joven judío siempre está a un pasito del precipicio) y la suculenta interpretación de sus dos protagonistas, la cara de accidente inminente de Nahuel Pérez Biscayart y de mentecato suspicaz de Lars Eidinger, le permiten al espectador aceptar pulpo o ignominia como animal de compañía.