Cifuentes achaca a la Universidad la «mala praxis» en su máster
Niega haber ordenado fabricar el acta que le envió el rectorado de la Rey Juan Carlos
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes descargó ayer en la Universidad Rey Juan Carlos «cualquier mala praxis» que se haya podido producir en torno al máster que cursó en 2011 y 2012, incluido el acta falsa por la que Fiscalía pide para ella tres años y tres meses de prisión.
El documento, que da fe de que un tribunal había evaluado su trabajo de fin de master (TFM) el 2 de julio de 2012, fue elaborado por la profesora Cecilia Rosado, según ella misma declaró el lunes, por orden del ya fallecido catedrático Enrique Álvarez Conde; bajo presión de la entonces asesora del Gobierno regional Maite Feito y falsificando firmas de dos docentes.
«Si hubiera siquiera imaginado que había una firma falsificada no se me pasa por la cabeza exhibirlo ni mandarlo a periodistas. Actué de buena fe dando por bueno un documento que me había remitido la Secretaría del rector y que yo no había pedido», declaró.
Cuando en marzo de 2018 eldiario.es destapó irregularidades en el máster, Cifuentes pidió a su gabinete «que por favor hablaran con quien fuera en la universidad para que remitieran la documentación acreditativa de que había realizado el máster, específicamente el título, la matrícula y las cartas de pago y una certificación académica personal con las notas obtenidas por cada asignatura». Lo que recibió de vuelta fue ese material sin sello –reclamaría después en persona y por escrito copias compulsadas– y además, el acta. No sospechó de su veracidad
Cristina Cifuentes, acusada