Celibato
—¿Y por qué cree que cada dos por tres le hacen lo que usted considera «una encerrona»?
—Pues es lo que no acabo de comprender. Te aseguro que yo no busco problemas. Sabes perfectamente cómo soy. Puedo tener mis historias o no, pero siempre sin meter en problemas a nadie.
—¿Y en este momento sigue siendo un hombre libre?
—¿Eso qué es? (risas). Sabes perfectamente que no. Además, yo me identifico con el galgo, que necesita entrenar a diario con la liebre para estar siempre en forma. Si no es así, el día que quieras salir a correr te asfixias a la primera de cambio. De ahí que me guste estar entrenado.
à «¿Eso qué es? Me identifico con el galgo que necesita entrenar a diario con la liebre para estar en forma»
—Lo que sí ha conseguido es llevarse bien con todas sus ex. ¿Dónde está el truco? —Porque soy bueno. No busco problemas ni meto en líos a nadie. Todo el mundo sabe cómo soy y si me aceptan entienden que es absurdo que me quieran cambiar. Si no les intereso, tampoco pasa nada ya que lo importante es no engañar a nadie y siempre ir con la verdad por delante. —Mantiene una deuda millonaria con Hacienda que está en su correspondiente proceso. ¿Qué me puede anunciar?
—Ahora estamos en conversaciones y mi esperanza es que en el mes de abril pueda salir del concurso de acreedores. Reconozco que en este momento me está marchando bien, porque con la crisis nadie compra coches nuevos y sí piezas de recambio, que yo las tengo más baratas y eso hace que las cosas vayan por buen camino. Sigo negociando con Hacienda, ahora voy a entregar una cantidad y el resto en los plazos que acordemos. Si me quieren hacer una quita, pues así será, pero estamos negociando y creo que en breve podremos tener buenas noticias.
—Cambiando de tema. Usted es uno de los amigos de confianza de Don Juan Carlos. ¿Cómo ha vivido su marcha de España? ¿Ha sido de los que han viajado a verle o se comunica con él por otras vías? —No he ido a verle, pero no entiendo que se metan con él porque, desde mi punto de vista, la labor que ha hecho por el bien de España es mucho más importante que los errores que haya podido cometer, de ahí que no entienda muchas de las cosas que le están pasando. En cualquier caso, lo que hable o no con él, prefiero no comentar. Lo mío no es la política, sino comprar coches y vender piezas.
—Prefiero alegrar siempre.