La lenta vacunación de la UE
La campaña de vacunación avanza y cada día que pasa sabemos más. Y como era fácil anticipar, Israel, al ir claramente por delante, nos enseña el camino al resto. Lo más importante es sin duda la fuerte caída que se ha experimentado en las dos últimas semanas en pacientes críticos en los grupos de más edad que son en los que el nivel de vacunación es lógicamente muy elevado. Con algo más de una cuarta parte de la población con la primera dosis de la vacuna en más de un mes los efectos son evidentes en los grupos de riesgo lo que desde luego se va a trasladar a fallecidos e incidencia hospitalaria. Los datos no pueden ser más esperanzadores. Pero no sólo eso, la rápida campaña de vacunación parece demostrar que con una sola dosis, la vacuna produce una fuerte respuesta de anticuerpos en porcentajes muy significativos en quienes la han recibido. Si fuera así se debería abrir un interesante debate sobre cómo de rápido avanzar con la primera dosis para tratar de abarcar el mayor número de personas con eventual inmunidad a costa de retrasar unas semanas la segunda dosis a los ya vacunados. El caso es que Israel por lo bien que lo ha planteado no se enfrenta a ese dilema, sin embargo el resto, y especialmente los europeos, sí. Pero aquí estamos a otras cosas a pesar de ir, no por detrás de Israel, sino de haber vacunado a una quinta parte de lo que ya han vacunado en el Reino Unido.
En EE.UU. un aliviado doctor Anthony Fauci, comentaba la semana pasada que la primera dosis única de la vacuna de Johnson & Johnson podría lograr su aprobación en dos semanas. Sin duda que se apruebe la tercera vacuna de un gran laboratorio será una magnifica noticia. En este caso supondrá un avance importante porque es más fácil de manipular y es monodosis. Aquí sin embargo tampoco estamos a eso.
Aquí y empezando por la UE estamos aún pendientes de que la Agencia Europea del Medicamento tenga a bien aprobar la de AstraZeneca en una muestra de la lentitud y exceso de burocracia que nos achacan nuestros detractores no sin razón. No se ha aprobado una vacuna que lleva suministrándose meses en otros países desarrollados, como para hablar de la J&J. No sé las razones de la lentitud de la agencia europea pero hoy ese es un problema que no demuestra más que inoperancia y que en la situación de absoluta excepcionalidad en la que os encontramos debería tener pronta respuesta por el Ejecutivo comunitario. No puede ser que la vacunación en Europa lleve un trimestre de retraso por falta de diligencia. No hay excusas.
Y en lo que respecta a lo que nos toca más de cerca, qué decir del debate nacional. No salimos de la pelea a garrotazos con el barro hasta las rodillas que nos caracteriza regodeándonos en nuestras miserias sin nada que aporte al tan importante debate sobre las vacunas. Como decía aquel ¡qué inventen ellos!