El viento obliga a evacuar el hospital de campaña de Valencia
Las instalaciones inauguradas en abril siguen presentando deficiencias
El controvertido periplo de los hospitales de campaña levantados por orden del Gobierno del socialista Ximo Puig para hacer frente a la presión asistencial provocada por el coronavirus escribió este domingo su capítulo más grotesco. La Generalitat Valenciana tuvo que evacuar ayer a los veinte pacientes con coronavirus que estaban ingresados en el hospital de campaña de Valencia, anexo a la Fe, a causa de las fuertes rachas de viento en la ciudad. Los pacientes fueron trasladados al antiguo hospital La Fe, en el barrio de Campanar.
Esta instalación de campaña fue inaugurada oficialmente el pasado mes de abril, pero no había albergado a pacientes hasta el lunes de la pasada semana. La instalación, al emplear carpas de plástico, no reunía los requisitos necesarios para la buena atención de pacientes con las rachas de viento que azotaron a la capital del Turia durante el fin de semana, por lo que han sido trasladados a las instalaciones de la escuela de enfermería del antiguo hospital La Fe.
La Consejería valenciana de Sanidad, por su parte, sostiene que el traslado responde a una cuestión de «confort» de los pacientes y el recinto no ha sufrido ningún desperfecto «a pesar de las fuertes rachas de viento». En estos momentos, no hay previsión para el regreso de los pacientes al hospital de campaña.
Todos los ingresados tienen coronavirus y una situación clínica leve o moderada. La Consejería que encabeza Ana Barceló habilitó 120 camas en esta instalación de Valencia.
La Generalitat levantó los hospitales de campaña de Valencia, Alicante y Castellón con un coste inicial de más de ocho millones de euros, pero que podrían duplicarse ante los sobrecostes que reclama la empresa adjudicataria, que se elevarían a los 16 millones, por las modificaciones solicitadas por el Gobierno valenciano, que investiga la Agencia Antifraude. Las instalaciones han estado marcadas desde el primer momento por la polémica, ya que fueron adjudicadas en marzo a IDAT, una empresa constituida un mes antes con un capital social de 3.000 euros.
Además, diferentes colectivos habían denunciado en los últimos meses diferentes desperfectos, como problemas con los cuartos de baño, entre otros.
Un informe de Riesgos Laborales fechado el pasado mes de noviembre alertaba de las deficiencias de las instalaciones como la temperatura en la zona de camas, las filtraciones de agua y los problemas de ruido. La Conselleria de Sanidad sostiene que estas deficiencias fueron subsnadas antes de acoger a los primeros pacientes.
El ejemplo del Zendal
Sin embargo, el traslado forzoso de este domingo como consecuencia del viento ha vuelto a poner a los hospitales de campaña en el punto de mira de la oposición, que puso como ejemplo de gestión la construcción del Hospital Isabel Zendal, en la Comunidad de Madrid.
El portavoz de Ciudadanos (Cs) en las Cortes Valencianas, Toni Cantó, lamentó que la Generalitat «siga sin aceptar la ayuda y coordinación con la sanidad privada». Según Cantó, los hospitales de campaña «no sirven para nada. Y ahora que el tripartito siga criticando al Zendal». Por su parte, la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, denunció que Puig, «prefirió la ideología a la colaboración y el hospital de campañase lo ha llevado el viento».