Desalojan a los pacientes del «Zendal» valenciano por el viento
·El Gobierno valenciano cierra todas las ciudades los fines de semana y festivos y no permite encuentros en los domicilios entre no convivientes
La instalación de lona, inaugurada en abril, no ha recibido pacientes hasta la tercera ola
Una respuesta expeditiva para hacer frente a la «peor semana» desde que comenzó la pandemia del coronavirus, que ha generado una situación «crítica que estresa a todo el sistema hospitalario valenciano» hasta unos niveles inéditos. Para hacer frente al descontrol del Covid-19, la Generalitat Valenciana ha decretado la prohibición de las reuniones de no convivientes en los domicilios y limita a dos el número máximo de personas que pueden juntarse en la vía pública, siempre que no formen parte de un mismo núcleo de convivencia.
La Comunidad Valenciana sumó la pasada semana 45.971 nuevos contagios y 476 muertos como consecuencia del Covid-19, además de 509 ingresados más que han llevado al sistema hospitalario al borde del colapso.
Un 58% de las UCI ocupadas
De hecho, la región encabeza la ocupación de pacientes de coronavirus en toda España tanto en planta, con un 45% de las camas, como en las UCI, donde la presión se eleva al 58%, de acuerdo con los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad con fecha del viernes 22 de enero.
Con una incidencia acumulada de 1.245 contagios por cada 100.000 habitantes, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció ayer que se prohíben las reuniones de no convivientes en domicilios y se confinan perimetralmente las grandes ciudades durante los fines de semana y festivos.
Las nuevas limitaciones entrarán en vigor este lunes 25 de enero y se mantendrán hasta el 15 de febrero.
Las últimas restricciones, que se publican hoy en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), limitan las reuniones a los convivientes en el espacio privado y a dos personas que pueden ser de un máximo de dos núcleos de convivencia distintos en el espacio público.
La Comunidad Valenciana se suma a otras autonomías, como Baleares o La Rioja, que ya habían acordado que los encuentros familiares o sociales dentro de las casas quedarán limitados al mismo núcleo de convivencia, salvo excepciones como la crianza o los cuidados a mayores, reuniones laborales o institucionales y actividades en el ámbito educativo.
La Generalitat Valenciana ha optado por endurecer al máximo las restricciones para evitar los contactos sociales. Así, en cuanto al espacio público, tanto si son espacios cerrados o al aire libre, los encuentros familiares o sociales se limitarán a un máximo de dos personas, salvo que se trate de convivientes.
En este caso, también se aplicarán las excepciones de reuniones laborales o institucionales, actividades en el ámbito educativo y los cuidados a personas vulnerables.
Asimismo, el Gobierno valenciano también decreta el cierre perimetral municipal de las ciudades de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana y festivos. Se aplicará desde las tres de la tarde del viernes hasta las seis de la mañana del lunes siguiente. Esta limitación afectará a las ciudades de Valencia, Alicante, Elche, Castellón, Torrevieja, Torrente, Orihuela, Gandía, Paterna, Benidorm, Sagunto, Alcoy, Sant Vicente del Raspeig, EldaPetrer y Villarreal.
Cierre perimetral
El nuevo decreto también incluirá el confinamiento perimetral de la Comunidad Valenciana, que se prorrogará hasta el próximo 15 de febrero.
Sobre las nuevas medidas, Puig afirmó que la Comunidad Valenciana «no pasará de la noche a la mañana a convertirse en un espacio policial, ni mucho menos». «Sería imposible y no deseable», aseguró.
Así, resaltó que «no es posible vigilar el interior de las casas y saber quién se junta en ellas, pero tampoco es posible vigilar todos los comportamientos incívicos y eso no significa que no estén prohibidos y que todos sabemos lo que hay que hacer». La presión asistencial de los hospitales valencianos también se ha disparado en las últimas semanas, con un crecimiento de pacientes del 86,62 por ciento en planta y del 85,33 por ciento en UCI desde el pasado 7 de enero.
En concreto, en estos momentos la Comunidad Valenciana tiene a 4.811 personas ingresadas con coronavirus en los centros hospitalarios, de los que 695 se encuentran en la UCI.
A este respecto, Ximo Puig alertó de que el nuevo decreto, que se suma al que acordó durante catorce días el cierre total de la hostelería y la reducción de horarios de los comercios, «es un aviso de aquello que ahora no se puede hacer y un llamamiento a la corresponsabilidad, tras la peor semana que ha vivido la Comunidad Valenciana desde el inicio de la pandemia».
Puig apuntó que el objetivo ahora es que se produzcan «las menores relaciones sociales posibles». «Hoy damos un paso más allá, un paso decisivo en las restricciones que se extienden también en el ámbito privado, y lo hacemos para reducir el máximo contacto social, tanto en el espacio público como también dentro de las viviendas, porque ahí está el gran foco de los contagios», según manifestó.
Toque de queda
Al margen de la nueva batería de medidas, la Generalitat Valenciana, continúa reclamando al Gobierno que modifique el estado de alarma para poder adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde pese a que la región ya se encuentra en un estado de «semiconfinamiento», según el propio Ximo Puig.
A la espera de que el Ministerio de Sanidad acepte la solicitud, la movilidad seguirá restringida desde las diez de la noche hasta las seis de la mañana.