La opa a Naturgy alerta del control extranjero en compañías estratégicas
·La enorme liquidez que hay en los mercados empuja a los inversores a centrarse en sectores sostenibles y con actividades reguladas
El Gobierno está a la espera de que el fondo de inversión australiano IFM presente toda la documentación sobre la opa presentada ayer sobre hasta un 22,69% de Naturgy, operación valorada en poco más de 5.000 millones de euros, para tomar una decisión.
El desembarco de este fondo de pensiones necesita la autorización del Ejecutivo de coalición, ya que este aprobó en pasado marzo, al comienzo del estado de alarma, una norma que le permitiría vetar a las empresas extranjeras la adquisición de más de un 10% del capital de compañías españolas de sectores estratégicos como, por ejemplo, energía, telecomunicaciones, agua, transporte, aerospacial, defensa y sanidad.
Así, IFM deberá mandar en los próximos días el folleto de la opa a la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el cual, realizará un informe que será estudiado en unas semanas por el Consejo de Ministros.
De todas formas, operaciones de esta envergadura son consultadas previamente con el Gobierno antes de ser presentadas.
Sobre este tema, la ministra portavoz, María Jesús Montero, dijo ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que IFM todavía no ha presentado la documentación ni solicitud ante el Ministerio de Industria y que aún es «un momento muy prematuro para hacer ningún tipo de valoración; cuando se presente la preceptiva solicitud de autorización podremos hacer un análisis mucho más detallado de las pretensiones y de la posición del Ejecutivo en torno a esta materia».
Una vez que este autorice la operación, será la CNMV (Comisión Nacional de los Mercados y Valores) quien dé el visto bueno definitivo al folleto. A continuación, se reunirá el consejo de administración de Naturgy para evaluar la oferta.
Salvo sorpresas, la entrada de IFM en Naturgy será autorizada por el Gobierno por varios motivos: no supone un vuelco accionarial en la compañía, donde ya están otros fondos como Rioja (20,7%) y GIP (20,6%), más el accionista de referencia Criteria Caixa (24,8%). Además, la opa se ha presentado de forma amistosa tras ser informados esos accionistas, no alcanza una posición de control y ofrece una generosas prima del 20% sobre el precio de la acción a los minoritarios.
Inversión a largo plazo
Por último, IFM ha manifestado su propósito de mantener a largo plazo esta inversión y no especular con ella y ha dado el visto bueno al actual equipo directivo, comprometiéndose asimismo a remar a favor del nuevo plan estratétigo que la compañía que preside Francisco Reynés presentará en pocas semanas.
La Bolsa acogió muy bien esta opa, ya que Naturgy subió un 15,45%.
Si se confirma la operación, el fondo australiano pedirá dos puestos en el consejo de administración de la empresa española y que se reunirá en próximas fechas.
Operaciones como la de IFM sobre Naturgy se veían venir en los mercados, dado el apetito inversor de los fondos internacionales por la elevada liquidez que hay en los mismos desde hace meses. Además, el sector energético español está acelerando en su transición energética hacia la descarbonización, etiqueta que resulta muy atractiva para los fondos de inversión, que buscan activos «verdes».
También influye en estos momentos la pérdida de valor bursátil de algunas compañías energéticas, sobre todo, las petroleras, sobre las cuales podría producirse una operación similar a la protagonizada por IFM.
Ignacio Paz, socio y director de la práctica de Energía e Infraestructuras de Herbert Smith Freehills, ha explicado a ABC que «la inversión de un fondo de infraestructuras como IFM en Naturgy confirma la tendencia que desde el despacho estamos viendo en el mercado donde sigue existiendo liquidez y enorme interés entre los inversores por el sector de las infraestructuras energéticas cuando estas se desarrollan con criterios de sostenibilidad (ESG), en el marco de la transición energética y, en definitiva, con objetivos claros de reducción de emisiones».
Además, Naturgy posee actualmente una posición muy saneada tras desinvertir en activos no estratégicos, como la filial chilena Compañía General de Electricidad (CGE) por 2.570 millones de euros, en noviembre pasado. Asimismo, la compañía ha reducido su plantilla en 4.000 trabajadores en los últimos tres años, un 27% del total.
Precedentes de GIP y Rioja
Pendiente de autorizaciones
IFM ofrece 23 euros por acción sobre el 22,689% del capital de Naturgy
En el caso de Naturgy, la operación de IFM no es nueva. Cabe recordar que el fondo estadounidense GIP entró en su accionariado en 2016 tras comprar un 10% de la participación que tenía Repsol y otro 10% de la de Criteria por unos 3.800 millones de euros. La operación supuso la ruptura del histórico acuer
do parasocial que ambas mantenían en la entonces denominada Gas Natural Fenosa.
Casi dos años despues, Repsol puso fin a su presencia de 27 años en Gas Natural al vender su 20% al fondo de capital riesgo CVC, que se convertía en el segundo accionista de la empresa gasista. La operación se pactó en 19 euros por acción, un 3% sobre la cotización del día anterior, y su volumen asciende a 3.800 millones de euros. CVC ejecutó la compra a través de la sociedad denominada Rioja Bidco Shareholdings.
Inversores foráneos
En paralelo, Corporación Financiera Alba adquirió el 25,7% de Rioja Bidco por 500 millones de euros, por lo que posee, de forma indirecta, el 5,1% de la actual Naturgy.
En cualquier caso, si se realizara la opa de este fondo de pensiones australiano sobre Naturgy confirmaría la elevada presencia de inversores extranjeros en el sector energético español en los últimos años.
La última gran operación fue protagonizada por la norteamericana Carlyle Group, que adquirió hace quince meses por casi 3.000 millones de euros un 37% de Cepsa, participación que había puesto a la venta su accionista mayoritario, el fondo Mubadala, de Abu Dabi, que poseía el cien por cien de la petrolera decana de España.
La más reciente ha sido la entrada en Repsol de la gestora francesa Amundi, del grupo Crédit Agricole, donde con un 4,5% del capital se ha situado como su cuarto mayor accionista tras invertir más de 500 millones de euros.
Entre los inversores foráneos destaca la estadounidense BlackRock, que posee un 4,99% de Repsol y otro 5,25% de Iberdrola. La excepción es Endesa, cuyo 70% está en manos de la italiana Enel. Hace poco, el fondo norteamericano Fidelity gizo aflorar un 1% de su capital.