«Luisa Fernanda», amor y revolución en el Cine Doré
El Teatro de la Zarzuela estrena una nueva producción de este popular título
MADRID
«Marchaba a ser soldado...», «Caballero del alto plumero...», «A la sombra de una sombrilla...», «Sin mi morena, morena clara...» Pocas zarzuelas incluyen tantos fragmentos populares como «Luisa Fernanda», el título que el Teatro de la Zarzuela presenta en su escenario desde mañana y hasta el 14 de febrero (las funciones, habitualmente a las 20 horas, se adelantan a las 19 horas por el toque de queda en Madrid). Con esta producción, que debía haberse estrenado el pasado 30 de abril –el confinamiento lo impidió–, Daniel Bianco da un paso más en su deseo de «internacionalizar» el género, y ha encargado la dirección musical al británico Karel Mark Chichon y la dirección de escena al italiano Davide Livermore. Los dos, sin embargo, tienen una antigua relación con nuestro país; el primero, aunque nacido en Londres, procede de Gibraltar y es el director de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, mientras que el segundo fue sobreintendente y director artístico del Palau de Les Arts de Valencia.
El doble reparto está encabezado por Yolanda Auyanet y Maite Alberola (que se alternan en el papel de Luisa Fernanda), Juan Jesús Rodríguez y Javier Franco (Vidal), Rocío Ignacio y Leonor Bonilla (Carolina) y Jorge de León y Alejandro del Cerro (Javier). El colectivo italiano Gió Forma firma la escenografía, Mariana Fracasso el vestuario, Antonio Castro la iluminación, Nuria Castejón la coreografía y Pedro Chamizo el diseño audiovisual. En el foso estará la Orquesta de la Comunidad de Madrid (una formación reducida, con solo 23 músicos, por el Covid) y en escena el Coro titular del Teatro de la Zarzuela (igualmente mermado numéricamente: solo 16 integrantes).
Compuesta por Federico Moreno Torroba sobre un libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw y estrenada en el teatro Calderón el 26 de marzo de 1932, «Luisa Fernanda» cuenta una historia de amor y rivalidad envuelta en el ambiente revolucionario del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX. Una plaza es el escenario del comienzo de la obra, y Livemore ha querido recuperar el carácter aglutinador que tienen, para un pueblo o una ciudad, estos lugares. Por eso ha viajado hasta la época del estreno de la zarzuela y «restaurar la modernidad de la dramaturgia». Su «plaza» es un cine, concretamente el Cine Doré (actual sede de la Filmoteca Nacional), «un lugar icónico del Madrid de los años treinta». «Es un espacio arquitectónico reconocible de la ciudad en el que se proyectan los sentimientos de amor, dolor y angustia, un mundo figurativo o desfigurado que evoluciona en 360 grados ante nuestros propios ojos –añade Livermore–... Para ello, emplea técnicas y recursos del lenguaje cinematográfico inspirados en obras del séptimo arte.
El director italiano se
Internacional Karel Mark Chichon y Davide Livermore son los responsables musical y escénico del montaje
refiere a «Luisa Fernanda» como «una obra de arte de la cultura española y de la cultura universal. Me gusta la idea de crear un espectáculo con esta bellísima música porque se trata de una partitura que llega siempre al corazón del público. Y es que tanto antes como ahora como dentro de cincuenta o cien años, la belleza musical de esta obra ha tenido, tiene y tendrá siempre una atracción especial para todos los que llegamos a ella. ¡La belleza de “Luisa Fernanda” siempre triunfará!»
La misma palabra utiliza Karel Mark Chichon, que asegura que «siempre hay que luchar por la belleza, y esta zarzuela es belleza total; no conoce fronteras, todo el mundo se puede contagiar por ella, y de hecho “Luisa Fernanda” es una obra que se escucha en todo el mundo. Solo hay que tener el corazón abierto para contar la fragilidad humana».