La tasa Tobin empuja ya a pequeños inversores hacia productos de riesgo
Los usuarios no profesionales se pasan a derivados como los CFD, mientras cae la operativa tradicional de Bolsa
Apenas lleva diez días en vigor, pero su efecto ya se deja sentir sobre las decisiones de inversión. La llamada tasa Tobin, que grava las operaciones bursátiles sobre acciones de ciertas compañías cotizadas, empuja a inversores no profesionales a apostar por derivados financieros como los CFD, es decir, productos que por su elevada complejidad y riesgo de por sí soportan ciertas restricciones.
Así lo confirman varias fuentes financieras consultadas por ABC, que no dudan en señalar que en estas últimas semanas, tanto previamente a la entrada en funcionamiento del nuevo impuesto como desde el día 16 de enero, cuando empezó a estar en vigor, se ha detectado un aumento, aunque no alarmante, de usuarios de Bolsa que buscan invertir con CFD.
Estos productos, según figura en la página web de la CNMV, «son contratos en los que un inversor y una entidad financiera acuerdan intercambiarse la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un determinado activo subyacente (valores negociables, índices, divisas, tipos de interés y otras activos de naturaleza financiera)». Se permite invertir en multitud de activos, incluidas acciones de empresas cotizadas afectadas por la tasa Tobin... con la particularidad de que por los CFD no se paga el impuesto, igual que por las operaciones intradía. Un punto de escape que tanto pequeños como grandes inversores ya están explotando.
Sin embargo, esta tendencia no es precisamente una buena noticia. Este producto permite apalancarse por cinco, por diez, por cincuenta veces... Esto se traduce en que una persona puede invertir mil euros en CFD pero que su exposición pueda alcanzar los 50.000 euros en el caso de las divisas. O 5.000 euros en el de las acciones. Se puede desembolsar una pequeña cantidad pero estar invertido realmente en montantes mucho mayores. Esto implica que las ganancias pueden ser muy elevadas, pero también las pérdidas, y que esto ocurra de una manera muy acelerada. «No es un producto para todo el mundo», dice Javier Niederleytner, profesor del Máster en Bolsa y Mercados Financieros del IEB. Asimismo,
este experto recuerda que estos productos no están regulados en mercados organizados oficiales, lo que provoca cierta falta de transparencia.
Con la expansión de internet y la proliferación de plataformas de inversión online los CFD han experimentado cierto «boom» estos últimos años. Y más aún durante el periodo de pandemia, en el que las plataformas han visto aumentar sus clientes de manera notable. Pero la preocupación de las autoridades por este tipo de productos complejos no es reciente, sino que viene de años atrás. La ESMA como supervisor europeo y la CNMV en España suman años monitorizando las operativas con opciones binarias y
CFD, para advertir a los inversores no profesionales de los riesgos a los que se exponen. El desenlace final ha sido que el supervisor de la Bolsa española ha terminado por prohibir la venta de opciones binarias a minoristas y restringir la misma para CFD.
En este último producto, la CNMV mantiene limitado el apalancamiento para los no profesionales. Concretamente, para el caso de las acciones se encuentra topado en un apalancamiento que multiplique por cinco la
El impuesto en Francia El Tribunal de Cuentas galo detectó que el tributo bajó un 10% las operaciones en Bolsa y se trasladó al cliente
inversión. Asimismo, el supervisor estableció un mecanismo de protección para que los usuarios minoristas nunca puedan incurrir en saldos negativos derivados del apalancamiento. En este sentido, la ESMA advierte de que «entre un 74 y un 89% de los inversores minoristas» pierden dinero con los CFD, y que debe considerarse si comprende su funcionamiento.
Sin conocimientos
Así las cosas, la protección del pequeño inversor sin conocimientos financieros es una prioridad para la CNMV. Han alertado en varias ocasiones sobre los CFD, y también sobre la estrategia de captación de ciertas plataformas de inversión electrónicas. Sin embargo, en el caso concreto de la tasa Tobin, todavía consideran las fechas prematuras para poder disponer de datos. Más allá de ello, fuentes financieras añaden que en las entidades bancarias ya se ha detectado también un descenso de la operativa tradicional en Bolsa, a causa de este impuesto. Inverco prevé que haga perder un 7,4% del patrimonio de los fondos de inversión y un 5,6% de los planes de pensiones en los próximos 25 años
El modelo para acuñar este nuevo impuesto es Francia, que lo aprobó en 2012 con un tipo del 0,2%, el mismo con el que nace en España, si bien en 2017 la aumentó al 0,3%. El propio Tribunal de Cuentas galo señaló que el tributo recaía sobre las gestoras pero «estas repercuten el coste en los clientes», además de que redujo un 10% el volumen de transacciones en la Bolsa francesa.
El diseño es muy similar y calca la exención a productos como los CFD, gravando la compraventa de las empresas españolas con una capitalización superior a mil millones de euros a 1 de diciembre de 2020 y se dirige al intermediario financiero, tanto en España como en el exterior. La liquidación será mensual –salvo en abril, trimestral– con una declaración anual.
Curiosamente, el Gobierno espera ingresar 850 millones de euros, pese a que la Comisión Europea en su momento redujo esta estimación a la mitad. Ello contrasta con los 200 millones que recaudó el tributo en Francia en su primer año, para ir escalando y lograr 915 millones en 2019, siendo el tipo mayor y habiendo más de 130 empresas galas que superan los mil millones de capitalización, frente a las en torno a 60 de España. El propio ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, rebajó la expectativa de ingresos de 420 a 850 millones en 2018 cuando era presidente de la Airef.
La tasa sobre las transacciones financieras puede dar lugar a deslocalizaciones de servicios. La propia Comisión Europea también lo tiene entre ceja y ceja para 2026, lo que supondría la asunción de los ingresos de los países que lo tengan en vigor.