Trump dejó a España sin respiradores mientras los donaba a países sin Covid
La Casa Blanca entregó 8.722 aparatos de respiración artificial en la primera ola a países como Kiribati por un coste de 165 millones de euros
La Casa Blanca dejó a España fuera de sus envíos de aparatos de respiración artificial durante la pandemia, a pesar de que sí autorizó la cesión de 8.722 de esos dispositivos, necesarios en los hospitales, a 43 países por un coste de 200 millones de dólares (165 millones de euros). Tras meses de tensiones entre el Gobierno de España y la Administración Trump, esta última priorizó los envíos de respiradores a países entonces menos afectados por la pandemia, como Brasil, Indonesia o Sudáfrica.
Aun entre los países más afectados, sobre todo los europeos, la Casa Blanca priorizó a otros socios. Envió, por ejemplo, 100 máquinas a Italia, además de 200 que mandó a la OTAN, de la que EE.UU. es miembro. En marzo y abril, el expresidente Donald Trump reveló que había recibido peticiones de envío de respiradores tanto de España como de Francia e Italia. El mismo Trump dijo, tras mantener una conversación telefónica con Felipe VI, que autorizaría el envío de material médico a España.
La Casa Blanca no ha aclarado de qué material médico se trataba, ni si finalmente cumplió el expresidente con su palabra. Ahora, el departamento de transparencia de EE.UU. (Government Accountability Office, Gao) ha emitido un detallado informe, al que ha accedido ABC, sobre los recursos dedicados a la pandemia, y este refleja que la anterior administración no ha mantenido un seguimiento ordenado de esos dispositivos hospitalarios. Tampoco figura envío alguno de dispositivos médicos de respiración artificial a España o Francia.
Fue el Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Casa Blanca, el que decidió el envío de esos aparatos, fabricados en EE.UU. y que Europa necesitaba desesperadamente, con la cooperación
Promesa El propio Trump dijo, tras hablar con Felipe VI, que autorizaría el envío de material médico a España
Colaboración El Salvador, que colaboró con EE.UU. en materia migratoria recibió 600 respiradores con 74 casos por día
de la Agencia para el Desarrollo (Usaid). Los 8.722 respiradores habían sido entregados ya a finales de septiembre, antes de las elecciones presidenciales de noviembre que ganó Joe Biden. Según el informe, el Departamento de Estado, es decir, la diplomacia, quedó apartada de este proceso de distribución.
En el inicio de la pandemia, Donald Trump activó una ley de Defensa que le permite al presidente apropiarse de medios de producción privados y abortar exportaciones en casos de crisis nacional y cuando está en juego la seguridad del país. En virtud de esa decisión fábricas de automóviles como General Motors o Ford se pusieron a fabricar material médico. Eso le ha permitido a EE.UU. estar cubierto con respecto a las necesidades de máquinas de oxígeno en sus hospitales. A pesar de las peticiones a Trump de España, y de que este país era uno de los que tenía mayores infecciones y muertes per capita en el mundo, Washington decidió centrar su primera remesa de respiradores (del mes de mayo) a Sudáfrica,
El Salvador y Rusia. Después se amplió a otras naciones. Sin embargo, según dice ese informe de Gao, «varios de los países receptores tenían pocos o ningún caso nuevo de Covid por día en las fechas en las que Usaid confirmó que podía proporcionar respira
dores a esos países». Por ejemplo, dos de estos países, Nauru y Kiribati, nunca han informado de un solo caso de Covid, aunque ambos recibieron 10 máquinas cada uno. El Salvador, que ha colaborado ampliamente con Trump en materia migratoria, recibió 600 respiradores
cuando informaba de apenas 74 nuevos casos por día. De manera similar, Sri Lanka, recibió 200 dispositivos cuando apenas contaba tres nuevos diagnósticos por jornada. Italia recibió 100 aparatos a finales de octubre.
Información limitada
Según el mencionado informe, «aunque casi todos los respiradores se habían transferido a los países receptores en diciembre de 2020, Usaid tenía información limitada sobre la ubicación de los respiradores dentro de estos países.
Usaid dijo en diciembre de 2020 que había comenzado a implementar un proceso para identificar la ubicación de los ventiladores. Según un funcionario de Usaid, este proceso implica «solicitar y combinar información de los fabricantes de respiradores y proveedores de servicios y los ministerios de salud del país receptor».