LOS DEL SENTIDO DE ESTADO
Los no versados en alta política liberalia no entendíamos bien la pinza
La abstención de Vox al decreto sobre los fondos europeos ha provocado la exultante aparición de los del sentido de Estado.
Son los que aplauden el catolicismo del abortista Biden, los liberales a favor de que se censure a Trump, los que iban a traernos la City, los que aplaudían la medición de tiempos de Mariano y se comieron el potito entero de su marianismo, regalo de Sánchez incluido, y también los finos intelectuales (nunca fuera de la izquierda, sólo coquetamente de derechas) que consideran a Arrimadas una trastataranieta díscola de Descartes.
Todos ellos han salido a celebrar que con la abstención queda demostrada la pinza (objeto felipista) entre Vox y el PSOE. Las personas no versadas en la alta política liberalia no entendíamos bien qué pinza era esa en la que Vox no sale en la tele y se les tiene por racistas, fascistas, homófobos y machistas. Era una pinza difícil de ver hasta que ahora, por fin, se nos descubre.
Con su abstención, Vox está pagando favores al mismo gobierno cuya legitimidad niega, se nos dice, o urdiendo una estrategia cortoplacista para los votantes catalanes de barrios desfavorecidos. ¡Vulgar electoralismo! En su extremo populismo, los de Vox pretenden que quienes no les han votado les voten, y para eso apañan una «narrativa». Hasta ese punto llega la desfachatez: ¡persuadir a votantes nuevos! Así es como caen las democracias...
Si no conociéramos su bondad e inteligencia, parecería que en el centroerecha patrimonializan el parlamento y hasta la política misma. Vox solo puede actuar como partido monosilábico haciendo unga, unga en el Congreso. Les molesta que desmientan la caricatura y, bien o mal, redefinan su posición. Les indigna la moción, les subleva la abstención. Vox eran los «extraparlamentarios», y una vez dentro son los intrusos. ¡La política es de gente seria! Las sutilezas maquiavélicas y las torsiones cínicas son para Teo y sus legítimos pisamoquetas. Vox no puede alegar sentido de Estado (esa cosa) porque el «Estao» es asunto de ellos.