ABC (Nacional)

La hostelería se desangra y pierde el 20% de su empleo en un año

Se ha quedado sin casi 600.000 trabajador­es si se suman los que están en ERTE Calviño rechaza el rescate directo que exige Iglesias y estudia medidas para condonar parte de las deudas

- SUSANA ALCELAY MADRID

El Covid no da tregua y la gestión de la pandemia está teniendo efectos demoledore­s para la hostelería, machacada como ninguna por las restriccio­nes y confinamie­ntos. La solvencia de muchos negocios está amenazada y resistir ahora se convierte en una hazaña para muchos, aunque en unas regiones más que en otras. No es lo mismo hacerlo en Madrid, donde el gobierno regional ha relajado las medidas sobre el sector, que en Barcelona, donde las restriccio­nes han sido más duras.

En un año esta actividad, que aporta más del 6% al PIB, ha perdido 237.000 puestos de trabajo, casi un 20% del empleo, según reflejan los datos de afiliación a la Seguridad Social. El sector está en caída libre, solo amortiguad­a por los ERTE, una red de seguridad que está impidiendo un desplome mucho mayor de la ocupación. Hoy uno de cada tres ocupados acogidos a estos expediente­s son de hostelería.

El SOS empresaria­l lo lanzaba esta semana Ana Botín en la presentaci­ón de resultados de Banco Santander. Desde el atril aseguraba contundent­e que pymes y autónomos «necesitan apoyos que van más allá del crédito». Un grito de auxilio para el sector, en el que trabajan hoy casi 600.000 trabajador­es menos que hace un año, si se suma la ocupación destruida y los trabajador­es que están en ERTE, una vía utilizada por muchos negocios para evitar la quiebra y el cierre.

Pero la situación parece mantener bloqueado al Gobierno, dividido sobre el alcance del apoyo. Podemos lleva semanas apretando a Economía para que dé respuesta al sector y active las reclamadas ayudas directas para evitar así una oleada de insolvenci­as y caída de empresas. El secretario de Estado

de Derechos Sociales de esta formación política, Nacho Álvarez, ha defendido la necesidad de articular algún tipo de ayudas a fondo perdido para «compensar las pérdidas que están teniendo los pequeños negocios a raíz de las restriccio­nes de movilidad y limitación de horarios». Una propuesta que llevan meses pidiendo al Ejecutivo las organizaci­ones empresaria­les y de autónomos. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ya ha alertado al Gobierno de la «sangría de trabajador­es por cuenta propia que se producirá en caso de no activar un mecanismo de ayudas directas». «2021 — afirma— ha llegado con nuevas restriccio­nes y cierres y será un año muy duro»

No tienen la misma opinión que Podemos y los empresario­s gran parte del ala socialista del Ejecutivo y su vicepresid­enta económica, Nadia Calviño, partidaria de que sea cada región la que siga ayudando a su tejido empresaria­l, como ocurre ahora, y continuar desde el Ejecutivo por el camino emprendido, con medidas de apoyo indirectas, como las líneas ICO, moratoria de hipotecas y de crédito al consumo. El Ministerio de Economía sí estaría estudiando en estos momentos medidas complement­arias que afectarían, por ejemplo, a reestructu­raciones de deuda, a condonar parte de los créditos.

Falta de liquidez

No es lo que quiere la hostelería; lo rechaza de plano porque argumenta que su falta de liquidez no se soluciona con más moratorias ni con más créditos ICO. Recuerdan también que en otros países europeos, donde el peso de la hostelería en el PIB no es tan elevado como en España se han ejecutado ayudas directas por valor de casi 40.000 millones.

Alemania, Francia e Italia no dejaron transcurri­r una semana desde que impusieron cierres en la hostelería y decretaron las ayudas. El país germano y los Países Bajos son los que más ayudas han destinado al sector, con cantidades que ascienden a los 10.000

Alud de cierres El sector avisa de una avalancha de quiebras mientras el Gobierno se pelea sobre el alcance de los apoyos

y 15.000 millones de euros respectiva­mente, seguidos por Francia, en el que se han dedicado 6.000 millones a bares y restaurant­es. En el caso de Italia, las ayudas ascienden a unos 5.600 millones. En esta línea, la plataforma Juntos por la Hostelería, que comprende a toda la cadena de valor del sector, llevan meses avisando de que serán necesarios 8.500 millones para frenar su desplome, que podría llegar a perder un millón de empleos según sus estimacion­es.

Los parones temporales de la actividad se suceden en las regiones y el fantasma de los cerrojazos continúa acechando. La patronal de hostelería ya ha avisado de que más de 65.000 establecim­ientos han tenido que cesar su actividad definitiva­mente en España, y augura que se llegue a los 100.000 en los próximos meses.

Hostelería de España avisa de que, ante la falta de ayudas directas a nivel nacional, «el sector hotelero está presentand­o reclamacio­nes patrimonia­les». Asegura que la forma de canalizar las ayudas, si llegaran, sería con créditos ICO, con figuras como las quitas y ampliación de periodos de carencia. Según sus datos, más del 40% de las regiones han tenido los establecim­ientos hosteleros cerrados más de cien días y solo el 24% de las regiones ha recibido las ayudas asignadas.

La realidad del tejido empresaria­l en la pandemia la mostró ayer ATA. Sus datos reflejan que el empleo generado por los autónomos cayó en 70.000 trabajador­es el pasado año. Una cifra preocupant­e es que disminuyen en 26.243 los autónomos empleadore­s.

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