¡¿En qué mundo vivimos?!
Protagonizan la nueva película de Mike Cahill, especializado en una ciencia ficción «mínima» «BLISS»
l cineasta Mike Cahill conoció a la protagonista de sus anteriores películas, la actriz Brit Marling, en la Universidad de Georgetown (Washington D.C., EE.UU.). Ambos estudiaban económicas y se conocieron allí en un festival de cine. Su primera gran colaboración, «Otra tierra» (2011), les costó cien mil dólares y colocó a estos dos desconocidos en el mapa del cine independiente y de la ciencia ficción. Una década después, él firma su tercera película, «Bliss» (Felicidad), para Amazon Prime Video y con dos estrellas de Hollywood como Owen Wilson y Salma Hayek.
«“Otra tierra” es como mandar una mala señal a la Luna y un puñado de personas que, quizás vean el mundo como tú, detectan la señal», cuenta por videollamada el cineasta a ABC. En ella, la aparición de una segunda Tierra trastoca emocionalmente a su protagonista. A Mike Cahill, aunque todos sus proyectos se encuadren (descuadren) en la ciencia ficción, le
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interesa lo emocional y no hace una excepción en «Bliss», ya disponible en la plataforma. Wilson interpreta a un apático hombre que descubre a través de una misteriosa mujer (Hayek) que quizás su realidad es una patraña. El cineasta es consciente de que la alegoría de la caverna se ha contado una y otra vez en cine y literatura (desde la referencia más obvia, «Matrix», hasta otras como «El mago de Oz», «El show de Truman» y «¡Olvídate de mí!»), pero defiende su vigencia.
«Me interesaba contar con empatía una historia sobre la fragilidad de la mente. Si piensas en tu vida, probablemente haya gente a quien amas que ve el mundo de manera muy diferente», comenta el director y guionista. Dicha desconexión es el «corazón» de la película y aquí se materializa en la relación de un padre que no da señales de vida y su hija (Nesta Cooper), que no para de buscarle por una inhóspita Los Ángeles.
«Me gusta utilizar la mínima ciencia ficción para enfocar algunos aspectos de la condición humana», (se) defiende Cahill. Todas sus películas podrían deshacerse del elemento fantástico, pero el género permite convertir la metáfora en algo literal: «Si un personaje dice dame la mano, alguien podría “darle” su mano», desarrolla el cineasta, que en «Bliss» da forma y color a los dos «mundos» en que se divide el protagonista.
Dirección: Mike Cahill. Intérpretes: Owen Wilson, Salma Hayek, Madeline Zima, Nesta Cooper. mazon Prime Video estrena sin oscuros y añorados intermediarios esta película de ciencia ficción humana, en la que no hay robots ni demasiados aparatejos pero sí preguntas metafísicas en un mundo difícil de comprender. La película despega con una escena magnífica, en la que Owen Wilson se topa con un «problemilla» laboral. En la segunda, el protagonista de nariz incómoda se topa con Salma Hayek, que lo lleva de la mano, como al espectador, por una realidad más amplia de lo que perciben nuestros sentidos. Hay películas en las que es mejor no saber nada antes de sentarse a verlas. En este caso no está claro que es preferible, pero respetaremos la norma sagrada de no desvelar ningún secreto de la trama, que para eso están los tráilers y la «internet profunda». Solo diremos que la pendiente cinematográfica es hacia abajo, pese a que el comienzo es tan sugerente e intrigante como suele ocurrir en las películas de Mike Cahill. Al director y guionista se le agradece que sus historias no abusen de los efectos especiales. También se le puede criticar que los lazos invisibles que el espectrador necesita para preocuparse por las personitas de la pantalla se enreden y rompan demasiado pronto. Su ambición es sana y hasta sus posibles tropiezos son saludables, en una película plagada de ideas bellas. Por otro lado, ni siquiera consigue que el drama entre el padre divorciado y una hija que lo añora eche raíces en el corazón del público. Hayek, por su parte, se encuentra con un personaje lleno de magia, aunque sus trucos se diluyen en un guion inconsistente.
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