Ximo Puig justifica el suspenso a una niña por escribir en castellano
La Generalitat apela a la autonomía del colegio de Paterna para imponer el criterio de calificación
La Generalitat Valenciana justificó ayer al colegio El Armelar de Paterna que suspendió a una alumna un examen de Sociales por responder en castellano a pesar de tener un 7,5, y enmarca la actuación del colegio dentro de la «autonomía de centro». Se trata de un caso concreto, explica el departamento de Vicent Marzà, y como tal «su resolución se realiza entre las familias, profesorado, equipo directivo e inspección educativa», precisó en respuesta a ABC, sin entrar en el fondo de la cuestión sobre el derecho de la niña a expresarse en castellano en una asignatura no lingüística, como reclama la familia.
La conselleria valenciana de Educación tampoco aclaró si la modificación de los criterios de calificación a mitad de curso, y tras la queja de esta familia, está amparada por la inspección educativa, tal y como justificó la directora pedagógica del centro. De este modo, el gobierno del socialista Ximo Puig desampara a esta familia de Paterna que denunció la discriminación lingüística por parte del equipo directivo del colegio, que resta medio punto a la alumna en cada respuesta en castellano en la asignatura de sociales (que se imparte en valenciano).
Tal y como publicó este rotativo, el examen de 4º de primaria del colegio concertado El Armelar de Paterna (Valencia) fue rectificado en el trimestre pasado. La maestra puso un «IN» (insuficiente) aunque la niña había sacado un 7,5. La coordinadora llamó a los padres para comunicarles que estaba suspendida por responder en castellano, y éstos se quejaron y apelaron a los conocimientos de la niña para mantener la calificación de notable. Tras varios tira y aflojas, el centro optó por una decisión salomónica y rectificó con corrector la nota, poniendo un bien, pero no un notable.
Forma irregular
La madre de la niña pidió los criterios de calificación, pero la dirección le reconoció que «no constaba ningún motivo que pudiera justificar esa rebaja en la nota». Más tarde, le entregaron una copia del documento, que especificaba una penalización de un 50% del valor de cada pregunta por responder en español.
El escrito no estaba fechado y eso le hizo sospechar que el centro modificó de forma irregular los criterios de baremación tras su queja. Por esto, ha enviado un escrito a la inspección educativa valenciana solicitando la revisión de la última calificación del examen. Esta familia también ha pedido a la inspección que «no se le impida a la alumna usar el castellano en sus actividades académicas, salvo en las que se refiere a las denominadas materias lingüísticas, ni que sea penalizada en sus calificaciones por emplear dicha lengua». Fue el 3 de diciembre y aún no ha obtenido respuesta.