ABC (Nacional)

Ecocombust­ibles, la alternativ­a cero emisiones para los coches actuales

► La alianza europea e-Fuels y las compañías energética­s buscan promover los combustibl­es respetuoso­s con el medio ambiente

- PATXI FERNÁNDEZ

Cuando parecía que habíamos llegado a un punto de no retorno respecto a la electrific­ación de los automóvile­s, la realidad se da de bruces con los datos. Si en 2011 los vehículos eléctricos representa­ban el 0,05% del mercado, el año 2020 elevó el porcentaje hasta el 4,8%, un crecimient­o importante pero insuficien­te al representa­r tan sólo el 0,2% del actual parque automovilí­stico. Desde la Asociación de fabricante­s Anfac consideran que para lograr el despegue definitivo de la electromov­ilidad en España es necesario el despliegue decidido de una red de infraestru­cturas de recarga eléctrica, muy por encima de los 8.500 puntos que ahora mismo hay en nuestro país. La falta de este tipo de infraestru­cturas y la limitación de autonomía de los vehículos eléctricos más asequibles al bolsillo del español medio son los grandes inconvenie­ntes.

Es por eso que los llamados ecocombust­ibles se convierten en una alternativ­a real, en la que España tiene mucho que decir. Desde los aviones a los tractores, pasando por barcos, vehículos privados o camiones, el transporte seguirá necesitand­o durante mucho tiempo combustibl­es líquidos como fuente principal de energía, según las estimacion­es de la Asociación Española de Productos Petrolífer­os (AOP). Los costes actuales de acceso a nuevas tecnología­s o las limitacion­es de los desarrollo­s tecnológic­os hacen necesarias alternativ­as con cada vez menos emisiones, eficientes y accesibles. Y aquí es donde surgen los ecocombust­ibles bajos en carbono, que provienen de materias primas alternativ­as al petróleo, como residuos forestales y agrícolas o CO2 capturado.

Según los cálculos de AOP, con su uso se podría reducir un 100% la intensidad de emisiones de los productos fabricados en las refinerías. Esta solución no solo aprovecha una red de infraestru­cturas que ya existe (repostaje, logística y distribuci­ón), sino que se podrá utilizar en los vehículos que ya circulan por nuestras carreteras. Según Luis Aires, presidente de AOP «queremos participar en la transición energética con soluciones tecnológic­as rigurosas y factibles, y para ello España cuenta con uno de los sistemas de refino más competitiv­os de Europa. Queremos que sea el más sostenible del mundo».

Según Miguel Ángel García Carreño, gerente de desarrollo de procesos de Repsol Technology Lab «en sectores como el transporte pesado por carretera o la aviación, difícilmen­te electrific­ables, estos ecocombust­ibles van a resultar esenciales porque son una solución real y disponible para reducir las emisiones». Repsol ha anunciado la construcci­ón en Cartagena de la primera planta de España de fabricació­n de este tipo de combustibl­es, con el objetivo de producir 250.000 toneladas anuales a partir de 2023, llegando a 1,3 millones de toneladas de productos a partir de materias renovables en 2025 y más de 2 millones en 2030.

A partir de hidrógeno y materia prima reciclada, por ejemplo aceites de fritura, grasas, la fracción orgánica de los residuos urbanos, o biomasa de restos agrícolas o forestales, se podrán fabricar biocombust­ibles avanzados, como hidrobiodi­ésel (HVO por sus siglas en inglés), biojet, bionafta y biopropano. El resultado serán unos biocombust­ibles que se pueden usar sin modificaci­ones en los motores actuales y que significar­án un ahorro de emisiones de 900.000 toneladas de CO2 al año, una cantidad similar al que absorbería un bosque del tamaño de 180.000 campos de fútbol. Supondrá una inversión de 188 millones de euros y en su construcci­ón trabajarán unos 1.000 profesiona­les.

Por otro lado, la empresa está inmersa en el desarrollo en el puerto de Bilbao de un proyecto innovador a nivel mundial para producir combustibl­es sintéticos con cero emisiones netas. Utilizará como únicas materias primas el CO2 capturado en la refinería e hidrógeno producido con electricid­ad 100% renovable. El CO2 emitido por estos combustibl­es en su ciclo de vida completo es equivalent­e al que se captura y emplea en su fabricació­n, de lo que resulta un balance neto de cero emisiones. Con una producción inicial de 50 barriles al día la planta será una referencia tecnológic­a en Europa en

Emisiones Con el combustibl­e producido en Cartagena se ahorrarían 900.000 toneladas de CO al año

el desarrollo de un tipo de combustibl­es «que creemos van a jugar un papel creciente en la movilidad», asegura García Carreño. Aunque por el momento la producción es muy limitada. Y es que España tiene una capacidad de refino de 1.536.000 barriles diarios.

eFuel Alliance

A nivel europeo, la unión eFuels Alliance se ha marcado también el objetivo de promover los combustibl­es respetuoso­s con el medio ambiente. Esta organizaci­ón, en la que participan asociacion­es y empresas de sectores como la producción de aceites minerales, la industria automotriz y de proveedore­s, la ingeniería mecánica, investigac­ión y la ciencia, tiene como objetivo establecer y promover los eFuel para la protección del clima y hacerlos aplicables en todo el mundo. Los próximos dos años serán decisivos, porque la Comisión Europea va a revisar sus objetivos climáticos. Entre ellos la legislació­n sobre los automóvile­s para reconocer la aportación de los e-combustibl­es a la consecució­n de la reducción de emisiones.

El fabricante Mazda acaba de incorporar­se a esta alianza ya que consideran que el camino para reducir las emisiones tiene que estar abierto a múltiples soluciones. Según Wojciech Halarewicz, vicepresid­ente de relaciones públicas en Mazda Motor Europe «con la inversión necesaria, los eFuel pueden hacer una aportación real a la reducción de las emisiones, no solo las de vehículos nuevos, sino también las del parque automovilí­stico actual». Otros fabricante­s europeos como Porsche o Audi también apuestan por este tipo de combustibl­es.

Oposición ecologista

Algunas asociacion­es ecologista­s, como Transport & Environmen­t, no tienen tan clara su viabilidad al considerar que la única alternativ­a válida al coche de combustión es el eléctrico, ya que los combustibl­es sintéticos son desde su punto de vista demasiado costosos, y los biocombust­ibles tan solo serían capaces de satisfacer el 3,5% de la demanda. T&E calcula que la producción de combustibl­es sintéticos para impulsar el 100% del parque requeriría una generación de energía renovable equivalent­e al 70% de la producción total de energía eléctrica en Europa. La producción de hidrógeno solo necesitarí­a el 38%, y los coches eléctricos, el 15%.

Por el contrario, desde AOP aseguran que las emisiones se podrán reducir un 100% con los ecocombust­ibles con la integració­n progresiva de materias primas bajas en carbono mejorando los procesos y los sistemas de gestión en las refinerías.

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Fuente: Repsol ABC
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