Volkswagen tilda de ideológica la subida de la matriculación
El grupo dice que el alza está causando «una sangría» en las ventas y urge a Sánchez a rectificar
Un «disparate» que urge rectificar. El grupo Volkswagen, principal fabricante de vehículos de Europa, reclamó ayer a Pedro Sánchez que dé marcha atrás en la subida del impuesto de matriculación. Desde enero, los coches nuevos son de media 800 euros más caros, después de que el Ejecutivo se negara a evitar el impacto fiscal de unas nuevas pruebas de emisiones más exigentes. El alza, que solo ha ocurrido en nuestro país –otros mercados como Francia, Italia o Portugal lo han compensado, y el resto carece de dicho tributo– está suponiendo una «sangría» que «urge taponar cuánto antes», según el presidente de Volkswagen España Distribución, Francisco Pérez Botello. El directivo cifró la caída de las matriculaciones provocada por el golpe fiscal al sector en «como mínimo el 15%».
«Las consecuencias están ahí, con una caída del 51% en matriculaciones (en España en enero), cuando en Francia han caído un 5% y en Italia un 15%. La relación causa-efecto es obvia», aseguró Pérez Botello en un encuentro con periodistas. «Eso se ha traducido en una pérdida de recaudación fiscal de más de 150 millones de euros. No sé si el Gobierno se puede permitir que por una cuestión meramente ideológica dejar de ingresar 150 millones de euros», manifestó. «Estamos a tiempo de rectificar. Ojalá el presidente del Gobierno presente un decreto para corregirlo. Sabemos que cuenta con la inmensa mayoría del parlamento a favor», aseveró. E insistió en que «las palabras (del Gobierno) son muy buenas y la interlocución es muy buena pero los actos hacen que parezca no amigable (...) Nosotros vendemos España a nuestras sedes centrales, defendemos las inversiones y peleamos como leones, pero hay determinadas decisiones que nos lo ponen muy difícil».
Líder en eléctricos
La compañía, que comercializa en España las marcas Volkswagen, Skoda, Audi y Volkswagen Vehículos Comerciales, cerró 2020 como líder en España en venta de vehículos eléctricos, tras incrementar un 150% sus ventas y alcanzar el 16% de cuota de mercado. Para este año, espera reforzar esta posición, al tener en su gama 16 vehículos eléctricos y 22 híbridos enchufables o PHEV que, espera, supondrán más del 10% de sus ventas.
En el mercado total de turismos, el grupo vendió 127.000 automóviles, y ganó un punto porcentual de cuota de mercado.
La marca Volkswagen subió un puesto en el ranking de ventas hasta la segunda posición, después de Seat; mientras que la enseña premium Audi mejoró un 4,4% su cuota de mercado, con 38.000 ventas. Mientras, la checa Skoda alcanzó una penetración del 2,66%, hasta 22.600 matriculaciones, y espera alcanzar este año un 3% de cuota. De su lado, Volkswagen Vehículos Comerciales alcanzó el 8% del mercado, con 12.500 entregas.
Pese a la pandemia, la rentabilidad de la red comercial de Volkswagen Group España Distribución alcanzó el 1,5% sobre la facturación, muy por encima de la media del sector, que ronda el 1%. «Era impensable en mayo, tras dos meses de cierre. Estoy especialmente satisfecho del esfuerzo de nuestros socios», aseguró Botello, que destacó el gran reto que para el sector supuso los dos meses de parón total, «con ingresos cero y costes fijos muy elevados». Y aunque afirmó que la mayoría de su red comercial se encuentra saneada «toda se esta planteando ajustes de personal», puesto que «enero ha disparado las alarmas». El riesgo de perder empleos en distribución «es alto», alertó.
Fabricación de un eléctrico
Preguntado sobre la posible producción de un eléctrico pequeño en las plantas del grupo en Pamplona o Martorell (Seat), Botello afirmó que «son decisiones que están en la cocina, y que por ahora muy pocos conocen». Sobre la instalación navarra aseguró que «es de las mejores que tenemos» en el grupo a nivel mundial. «Este año está muy cerca del 100% de capacidad», resaltó.
El directivo urgió también al Ejecutivo a impulsar la red de recarga de vehículos eléctricos, desarrollando la declaración de los puntos de carga de alta potencia como de utilidad pública. E insistió en la necesidad de abordar en la reforma de la fiscalidad del sector, por la vía que la asociación Anfac propuso el pasado marzo y que, según Botello, tuvo por parte del Gobierno «un feedback muy positivo». «Pero después las cosas no traccionan», explicó Botello, que culpa de ello al hecho de que en el Gobierno «hay dos puntos de vista». «Es un tema básicamente de Transición (Ecológica)», apuntó.
«Nosotros propusimos la creación de un nuevo impuesto que se pagaría anualmente indexado a las emisiones de cada vehículo. No supondría una cantidad anual muy alta, pero al aplicarse sobre casi treinta millones de vehículos su efecto recaudatorio seria muy grande. Y a cambio se eliminaría el impuesto de matriculación, que solo tienen tres países. También se establecería un IVA cero para los eléctricos y un IVA reducido para los enchufables», desgranó. «Provocaría muchas bajas de coches viejos –en Madrid el 80% de las emisiones lo generan los coches de mas de 15 años y solamente cambiando los coches viejos por nuevos diésel las emisiones bajarían mas de un 50%, apuntó– y al mismo tiempo aumentaría la recaudación fiscal».