El fin de la ultracongelación agiliza la logística de las vacunas
Pfizer presenta mejoras que permitirá ampliar los puntos de vacunación
Fue uno de los mayores quebraderos de cabeza de las farmacéuticas Pfizer y BioNTech. Tenían una vacuna, la primera eficaz contra el Covid, pero su conservación a temperaturas por debajo de los -80 grados centígrados complicaba la campaña de vacunación más endiablada de la historia. La empresa resolvió el transporte con ultracongeladores que permitían trasladar por todo el globo las preciadas dosis a temperaturas similares a las que se registran en la Antártida. Ahora la compañía ha hallado una nueva formulación que le permitirá conservar el medicamento hasta dos semanas a una temperatura de entre -25 y -15 grados centígrados.
No elimina por completo el frío, pero permitirá utilizar congeladores y refrigeradores convencionales en el transporte de medicamentos. El avance es importante porque permitirá agilizar la cadena de suministro en el último tramo y ampliar los puntos potenciales de vacunación en todo el mundo.
Competencia
La nueva formulación también le da una ventaja a Pfizer frente a otros competidores. Ahora es la compañía que más vacunas ha puesto en el mercado, pero otros laboratorios empezarán a fabricar millones de dosis que no son tan complicadas de manejar como la de AstraZeneca o la de Janssen. Incluso la de Moderna, con una tecnología de ARN mensajero similar a la de Pfizer, no necesita un frío tan extremo.
La compañía ha introducido mejoras de formulación a través de la liofilización. Aunque aún las agencias reguladoras como la FDA, en Estados Unidos, o la EMA, en Europa, deben darle luz verde.
La ficha técnica de la vacuna establece que debe almacenarse en un congelador ultrafrío a temperaturas entre -80ºC y -60ºC por un período de hasta 6 meses. Las vacunas se envían en un contenedor térmico especialmente diseñado por Pfizer que puede utilizarse como almacenamiento temporal durante 30 días rellenando con hielo seco cada cinco días. Antes de mezclarse con un diluyente salino, la vacuna puede estar durante un máximo de cinco días a la temperatura de un frigorífico convencional. Posteriormente, la vacuna es administrada a temperatura ambiente por el personal sanitario.
Si se aprueba, la opción de almacenar a una temperatura de -25°C a -15°C durante dos semanas se sumaría a esta opción de cinco días de almacenamiento a la temperatura estándar del refrigerador. Tras presentar los datos a la FDA, el laboratorio asegura que comunicarán sus resultados al resto de agencias reguladoras mundiales «en las próximas semanas».
«Nuestra máxima prioridad era desarrollar rápidamente una vacuna segura y eficaz y ponerla a disposición de las personas más vulnerables del mundo para salvar vidas. Al mismo tiempo, hemos recogido continuamente datos que podrían permitir el almacenamiento a unos -20°C. Los datos presentados pueden facilitar el manejo de nuestra vacuna en las farmacias y proporcionar a los centros de vacunación una mayor flexibilidad», explicó en una nota informativa el director general y cofundador de BioNTech, Ugur Sahin.
A medida que se obtengan datos adicionales sobre la estabilidad de su vacuna, Pfizer y BioNTech prevén que la vida útil y la fecha de caducidad «podrían ampliarse y almacenar la vacuna a una temperatura alternativa a corto plazo».