Criticados en España, deseados en Europa
·Los colegiados nacionales, que cada semana ven cuestionada su labor en la Liga, son los preferidos para dirigir los encuentros de la Liga de Campeones
MADRID
España siempre ha presumido de tener la Liga más atractiva del mundo, con los mejores jugadores y con varios de los clubes más potentes económicamente. Orgullo durante años de los aficionados, que veían cómo sus equipos llegaban lejos en Europa y dominaban esas competiciones fuera del país. Todo, según ellos, a pesar de contar con unos árbitros del montón, mediocres o malísimos. Porque aquí el colegiado siempre tiene la culpa, el VAR funciona fatal y los asistentes tienden a levantar la bandera con demasiada facilidad. Frases de barra de bar que contrastan con la realidad, pues cada año que pasa los árbitros españoles son más apreciados en el panorama internacional, donde se cuenta con ellos para dirigir finales de Champions, de Mundiales o de competiciones internas de otros países. Denostados en España, pero muy apreciados en el resto de naciones.
«Nos hace muy felices que los árbitros españoles sean ya los más designados en competiciones UEFA. Además,
esperamos lograr un registro histórico en la Eurocopa, tanto en colegiados de campo como en el VAR», reconoce Carlos Velasco Carballo, el responsable del Comité Técnico de Árbitros (CTA). El madrileño pone en valor un dato que resulta desconocido para el gran público, acostumbrado a criticar las decisiones que se toman sobre el césped más con el corazón que con la cabeza. «Los árbitros aceptamos todas las críticas, ya sea que se diga que se ha equivocado, que se ha tragado tres penaltis, que lo ha hecho mal o que no ha sacado cinco rojas. Somos partidarios de que todo el mundo se exprese con libertad. Simplemente, hay una línea que no debemos cruzar y que son aquellas expresiones o manifestaciones que cuestionen el mayor valor de un arbitro como juez deportivo, que es su honradez y profesionalidad», señala Velasco Carballo.
Parece extraño que aquellos colegiados que aquí no valen para muchos sean deseados en otros países. De hecho, en la Champions y la Europa League los árbitros españoles son ya los más designados, por delante de italianos, alemanes o ingleses. En los últimos cinco años, se han doblado las presencias de réferis españoles en Europa, pasando, por ejemplo, de las ocho que hubo en la Liga de Campeones 2016/17 a las 18 del año pasado. En la actual, con muchas rondas aún por delante, ya son once los partidos dirigidos por un cuarteto español sobre el césped, sin contar las elecciones hechas para la sala del VAR, por lo que se espera que los datos sean similares. Tiene más mérito este crecimiento en las designaciones si se tiene en cuen
à Velasco Carballo «Nos hace muy felices que los árbitros españoles sean ya los más designados en partidos UEFA»
ta el gran balance deportivo de los equipos nacionales, acostumbrados a llegar muy lejos, lo que cierra normalmente las puertas de las últimas rondas a los colegiados del país.
Confianza y tranquilidad
Son los propios protagonistas, los que ven con más normalidad el aprecio que se tiene al arbitraje español lejos de nuestras fronteras. «Fuera de España se nos valora muchísimo. La sensación es que los clubes, sean del país que sean, valoran el hecho de que vaya un árbitro español a dirigir ese partido. Les da confianza y tranquilidad porque venimos de una competición muy potente y exigente. En España es más difícil que sea así, porque aquí convivimos cada fin de semana con el debate en cada una de nuestras actuaciones, aunque normalmente solo se habla de lo malo», señala a ABC Hernández
Hernández, juez internacional desde 2014.
Como él opina Estrada Fernández, uno de los veteranos ya del colectivo nacional, que lleva desde 2013 dirigiendo encuentros a nivel internacional. «El arbitraje español ha crecido mucho en los últimos años y ejemplo de ello son las numerosísimas designaciones que se reciben por parte de la UEFA y de la FIFA. La salud del colectivo arbitral es muy buena, a la altura de las mejores a nivel mundial. Eso hace que tengamos representación en todas y cada una de las competiciones que se celebran tanto a nivel europeo como mundial», apunta en conversación con ABC, feliz por ver cómo poco a poco se reconoce su labor, aunque aún quede trabajo por hacer para erradicar esa imagen negativa que aún se proyecta sobre ellos desde algunos palcos y foros de bar.