ABC (Nacional)

El más condecorad­o de Portugal

Su trayectori­a militar se dibujó a través de un aluvión de 2.412 misiones

- Marcelino da Mata FRANCISCO CHACÓN

LE llamaban ‘el Rambo de Guinea’, tal era su valentía en los difíciles terrenos del combate y sus estrategia­s. Pero Marcelino da Mata consiguió sobreponer­se a la montaña de dificultad­es hasta convertirs­e en el militar más condecorad­o de la historia de Portugal.

El honor de semejante aureola comenzó a fraguarse allá por 1960, cuando sus actos de heroísmo durante la Guerra de Ultramar no hicieron más que lanzar al país vecino en el camino hacia la democracia, una vez consolidad­o el contexto posterior a la Revolución de los Claveles.

Hasta el año anterior a aquel histórico 25 de abril de 1974, ya había mostrado en diversas operacione­s que la palabra ‘temeridad’ no entraba dentro de su vocabulari­o, como tampoco la falta de atrevimien­to. Más bien todo lo contrario, llevó el arrojo por bandera en una época convulsa para el Portugal que se jugaba las posibilida­des de su futuro.

Entre 1966 y 1973, recibió cinco cruces de guerra, un logro insólito que después no ha hecho sino agrandar su leyenda. También se le concedió (en el último año de la década de los 60) el título de caballero de la orden de la Torre y la Espada, que es el más importante y valorado de Portugal. El papel crucial que Da Mata desempeñó cuando las antiguas colonias africanas comenzaban a sufrir agitacione­s revolucion­arias le valió, por tanto, una cascada de reconocimi­entos que no ha cesado a lo largo de todas estas décadas.

Fue uno de los miembros fundadores de la Unidad de Comandos, fuerza de élite que puso en marcha operacione­s decisivas en Guinea Conakry o en Senegal.

Su trayectori­a se dibujó a través de un aluvión de 2.412 misiones, donde se incluyeron algunas de tanta trascenden­cia como la operación Mar Verde o la liberación de 400 presos políticos y 26 soldados portuguese­s en las duras cárceles del entonces régimen guineano del presidente Sékou Touré. Tampoco puede olvidarse la denominada operación Tridente, es decir, el rescate de más de 100 soldados lusos en Senegal. Naturalmen­te, tanta exposición al riesgo le sumió en momentos delicados y llegó a padecer profundas heridas. No obstante, su repatriaci­ón a Lisboa en el periodo previo al 25 de abril se produjo por culpa de un accidente fortuito: el disparo accidental de un compañero.

Cuando la fase posrevoluc­ionaria sembró las calles de la capital portuguesa de militantes comunistas, fue retenido y torturado por el MRPP, un partido radical, de corte maoísta. Corría el mes de mayo y hubo de escapar a España.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain