«Sánchez quiere ser el caudillo de España del siglo XXI»
Rosa Díez Exdiputada y cofundadora de UPyD En el libro ‘La demolición’, advierte de que el Gobierno está «pervirtiendo» la democracia y llama a frenar su «estrategia totalitaria»
MADRID
«El caudillo anterior [Francisco Franco] llevaba fajín e inauguraba pantanos; este no lleva fajín todavía, pero inaugura tramos del AVE en plena campaña electoral cogiendo un helicóptero». Rosa Díez (Sodupe, Vizcaya, 1952) conversa con ABC tras publicar el libro ‘La demolición’ (Esfera de los libros, 2021): una radiografía de 219 páginas en la que denuncia «la gran traición» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la democracia. Ella es clara en el diagnóstico: «Quiere ser el caudillo de España del siglo XXI».
Díez militó en el PSOE entre 1977 y 2007 y fue una de las fundadoras del ya extinto UPyD. Siente una «orfandad política», pero no partidista, como la del expresidente Felipe González –que mantiene el carné socialista, recuerda–, sino de la «política en mayúsculas». «Una siente una nostalgia de un tiempo en el que las cuestiones importantes no tenían etiquetas de derechas o de izquierdas, sino de democráticas».
‘La demolición’, que pretende ser un grito de alarma que despierte a los españoles, se lo dedica a sus nietos. A ellos les desea «crecer y vivir en un país libre». Pero para ello, analiza, la ciudadanía debe «rebelarse» contra la estrategia «totalitaria» que a su juicio ejerce Sánchez en el poder. «Todo parte de una estrategia que es la aplicación de los principios de la propaganda de [Joseph] Goebbels», subraya. «Sánchez está consiguiendo pervertir las instituciones y pervertir la democracia», añade.
El caldo de cultivo, denuncia, lo propagó José Luis Rodríguez Zapatero. Al expresidente del Gobierno lo responsabiliza de haber «‘sectarizado’ las bases del PSOE» desde que asumió el cargo de secretario general en el año 2000. «Inició lo más grave, lo más dañino, que es dividir a los españoles». Díez lo culpa de comenzar «la demonización de la derecha». Ella era diputada socialista cuando empezaban a llamar «fachas» a quienes abogaban por mantener los pactos de Estado con el PP, mientras reconocían su «visión de futuro» a quienes pedían una alianza con Batasuna, que terminó ilegalizada por ser el brazo político de ETA.
«Alumno aventajado»
Para ella Zapatero emuló al socialista y expresidente francés François Mitterrand, quien «puso en marcha una estrategia para crear un partido con representación institucional de extrema derecha». Aunque no compara en la entrevista a Vox con el auge de Marine Le Pen en Francia, sí ve un paralelismo inequívoco en el intento de Zapatero de dividir a la derecha para, a pesar de perder votos, ostentar un poder mayor. Sánchez, «alumno aventajado», lo ha conseguido pactando «con los enemigos mortales de España».
En su proyecto para gobernar «sin ningún tipo de control», Díez extrapola los principios enunciados por Goebbels, el responsable de la propaganda en la Alemania nazi, con la estrategia comunicativa del «publicista» Iván Redondo, jefe de Gabinete de Sánchez. Entre las reglas «goebbelianas» que aplica Redondo, expone Díez, se hallan por ejemplo el método de contagio y el principio de trasposición. Con el primero, reúne a todos sus adversarios en una sola categoría –«el ‘trifachito’», «el trío de Colón»...–; con el segundo, carga sobre sus oponentes sus errores. «No hay más que ver una sesión de control en el Congreso (...). Es igual lo
à «Sánchez conspira contra el Estado y da un jaque al Rey. Calla ante los insultos de Iglesias porque se reparten los papeles»
que pregunten a Sánchez. No contesta a nada, ataca a la oposición y le pide que rinda cuentas». Díez recuerda concretamente el pleno en el que el presidente no respondió a las preguntas sobre el informe del Consejo de Estado de la gestión del reparto de los fondos europeos. Se limitó a criticar al PP.
«Borrachos de poder»
«En España ya había populistas antes: los nacionalistas. Pero Sánchez es la representación de una generación de socialistas borrachos de poder», asevera la exdiputada, y agrega: «Esto no va de ideología; va de democracia y Constitución o de totalitarismo». En esa disyuntiva, según ella, Sánchez avanza en lo segundo con sus ataques a la independencia judicial, a la libertad de prensa o a la Jefatura del Estado. Díez recoge íntegro en ‘La demolición’ el discurso que pronunció Don
La Esfera de los Libros S. L. (2021, Madrid). «Este libro es una llamada de alarma dirigida a todos los ciudadanos (...). Sánchez está demoliendo la democracia y nos está robando nuestros derechos».
Felipe el 3 de octubre del 2017. «Es clave que los españoles sepamos que el Rey es un obstáculo para Sánchez», explica. «Sánchez conspira contra el Estado y da un jaque al Rey», continúa, y sostiene que «calla» ante los «insultos» de Pablo Iglesias porque «se reparten los papeles». Fue Sánchez, apunta, quien prohibió al Rey acudir a la entrega de despachos judiciales.
Otras muestras de «devaluación» de la democracia, advierte Díez, son el uso del CIS para preguntar si debería recortarse la libertad de prensa, las iniciativas para limitar al Consejo General del Poder Judicial o el real decreto ley aprobado recientemente para que el Consejo de Ministros gestione sin control el reparto de los fondos europeos para la reconstrucción por el Covid-19. También el estado de alarma de seis meses, con el que invalidó el papel del Legislativo, o «el sangrante pacto con los prescriptores de los terroristas –EH Bildu–, que llaman a criminales a sumarse a su proyecto».
«La primera batalla que hay que ganar es contra la resignación. En España se ha cambiado democracia por demoscopia. Debemos tomar conciencia y rebelarnos. Podemos ganarles», concluye Díez, quien llama a una gran manifestación pospandémica.