El ‘plan renove’ del independentismo radical se fraguó desde abril de 2020
Hasta enero de este año Defensa Civil Catalana ha incorporado a su página web documentos para el rearme ideológico y estrategias de lucha
MADRID
Los movimientos antisistema en Cataluña –básicamente los autodenominados grupos antifascistas (anarquistas, okupas...) y los secesionistas radicales (’Arran’, ‘CDR’, ‘Blanc Bloc’, ‘Urquinaona, lo volveremos a hacer’...) cuyos perfiles se entremezclan la mayoría de las veces– están cada día mejor organizados y utilizan métodos más violentos. La última demostración se ha producido en las algaradas que acompañaron las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, pero en realidad es un fenómeno al alza desde la semana de furia que siguió a la sentencia del ‘procés’ de 2019.
En la articulación de todos estos grupos, y en el diseño de sus tácticas, juegan un papel muy relevante distintos documentos alojados en las webs de grupos radicales en los que se marca la estrategia a seguir. Muy significativo es el caso de Defensa Civil Catalana, en el que no solo se pueden encontrar ‘manuales de lucha’, sino también un soporte ideológico para ese tipo de acciones. Y además es destacable que esos materiales se hayan acumulado en esa página en un periodo de tiempo muy reciente, entre el 30 de abril del pasado año y el 4 de enero último. La conclusión es que los independentistas más violentos –y los grupos satélites, los llamados antifascistas incluidos– se han preparado durante meses para aprovechar cualquier chispa, como la del rapero delincuente, para poner en práctica sus estrategias.
En uno de los documentos alojados en esa web, titulado ‘Quit India: desobediencia civil y revolución’, se afirma que «el pacifismo y la movilización continuada ha llevado a popularizar el sentimiento nacional de la necesidad de convertirse en un estado libre para Cataluña». «Sin embargo –añade el escrito–, ha obviado partes importantes de los movimientos políticos que han logrado la independencia, donde ha sido necesario complementar la lucha no violenta con la desobediencia revolucionaria». En otras palabras, la utilización de la violencia.
Insiste en esta idea otro documento alojado en esta web titulado ‘El pacifismo como patología del independentismo’ en el que se asegura que esta actitud pacífica es «uno de los techos de cristal del independentismo para autodeterminarse del estado autoritario español» y aboga claramente por «un golpe de fuerza sostenido que obligue a los poderes estatales e internacionales a reconocernos como estado independiente».
Los objetivos
Por supuesto, esa desobediencia no puede ser torpe, y para eso en la misma web se aloja un segundo documento, este titulado ‘Para una confrontación con el Estado español inteligente’ en el que se hace una reflexión «sobre la necesidad de acciones disruptivas y la acumulación de victorias para renovar el espíritu de confrontación y empoderamiento ciudadano más allá de entidades sociales, partidos políticos y otros agentes necesarios pero insuficientes para la independencia».
«Si queremos acumular victorias –continúa este documento– se pueden lograr con objetivos mínimos alcanzables hacia los poderes del Estado español en el país», que además cita de forma expresa. Entre ellos, organismos del Poder Judicial, mediático –con referencia expresa a ABC–, económico, político, entre los que cita las «franquicias de los partidos españoles», y policial y militar, con sus 86 cuarteles de la Guardia Civil, 33 dependencias de la Policía Nacional y 10 instalaciones militares. Todos ellos se convierten en objetivos estratégicos y, por tanto, susceptibles de sufrir ataques para «mostrar que somos una nación sin estado tratados como súbditos y que ya hemos dicho basta».
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