Se acabó el espectáculo
Las audiencias de los medios en EE.UU. se han hundido tras la marcha de Donald Trump
Cuando Joe Biden cerró ayer la carpeta tras una hora y dos minutos de rueda de prensa, los periodistas se apresuraron a buscar un titular de entre sus muchas preguntas sobre inmigración, pandemia e infraestructuras. Si uno no quería picar con el anzuelo propagandístico de la Casa Blanca –«¡Biden dobla sus objetivos y vacunará a 200 millones de personas en 100 días!»– las opciones eran escasas. Quedaba patente, una vez más, que las cosas han cambiado mucho desde que Donald Trump salió de la Casa Blanca y cerró la puerta sin mirar atrás.
Aquellas estrambóticas y provocadoras ruedas de prensa en que el presidente no se ahorraba insultos y en las que hablaba de todo, desde lo inservible que le parecía la OTAN hasta el número de veces que debía tirar de la cadena del wáter, son cosa del pasado. Y se nota. Las audiencias de los medios de comunicación no es que se hayan desplomado, es que se han hundido del todo, ante lo aburrida que vuelve a ser la burocracia política de un Washington a ratos gris y anodino.
En su horario nocturno de máxima audiencia, la cadena CNN ha perdido la friolera de un 45% de su audiencia. La izquierdista MSNBC ha bajado un 26% en la misma franja. La Fox News, conservadora, ha perdido un 6%. Los medios digitales no lo tienen mejor. El ‘New York Times’ ha perdido un 17% de los lectores únicos con respecto al año pasado. El ‘Washington Post’, que sobre todo vive de la cobertura política, ha caído un 26%. Estas últimas son cifras del medidor principal del mercado, Comscore, facilitadas por ambos medios. No hay de momento cifras de cuántos suscriptores de pago han perdido ambos diarios.
Profecía cumplida
El caso es que este hundimiento ya lo predijo el propio Trump, quien repetía constantemente que los medios, en lugar de criticarle, deberían hacerle reverencias por los ingresos que les producía al subir las audiencias desde que se presentó a las primarias de su partido con un completo desdén por la corrección política. «Cuando me vaya, se van a hundir las audiencias de los diarios y de las televisiones», advirtió el expresidente en un discurso a principios de 2017.
Lo cierto es que la presidencia de Trump se recordará como una era dorada para las audiencias televisivas. En 2014, con Barack Obama en la Casa Blanca, las tres cadenas informativas mencionadas antes, que emiten noticiarios las 24 horas, sumaban una audiencia total de 2,8 millones de espectadores cada noche en sus franjas de máxima audiencia. Cuando se fue Trump, rozaban de media los 5,5 millones. Ese número se disparó tras las elecciones, la negativa de Trump a aceptar su derrota y el saqueo del Capitolio.