Bruselas insta a los países a controlar mejor las exportaciones de vacunas
►Culpa del retraso en la campaña europea al envío de dosis a Reino Unido y se afana en probar que son más dependientes de los suministros europeos que al revés
Los jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros de la Unión Europea (UE) discutieron ayer durante toda la tarde sus diferencias sobre el proceso de vacunación y la posibilidad de un nuevo repunte de contagios sin llegar a ningún resultado concreto. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, trató de defender su propuesta para extender el control de las exportaciones de vacunas, pero no todos los países estuvieron de acuerdo en este enfoque por miedo a que el remedio fuera peor que la enfermedad. La presidenta de la Comisión atribuyó en parte la responsabilidad de la falta de dosis a los gobiernos que habrían autorizado la exportación de 21 millones de vacunas al Reino Unido, para explicar por qué las cifras son mejores al otro lado del Canal de la Mancha. Pero varios países le han respondido que los controles de exportaciones que propone la Comisión les parecen más que peligrosos porque podrían acabar con medidas de represalia que paralizarían la cadena de suministros y bloquearían la producción en las factorías europeas.
La situación no podía ser más comprometida para los partidarios de controlar las exportaciones de vacunas que el Consejo Europeo de ayer, teniendo en cuenta que se conectó a la reunión virtual el presidente norteamericano Joe Biden, al que se dijo que algún país como Austria quería haber pedido que facilite el envío de vacunas hacia Europa.
Es decir que mientras unos temen la dependencia europea respecto a determinados productos norteamericanos, Von der Leyen cree que el Reino Unido es más dependiente de los suministros europeos que al revés. Y como dijo después durante la rueda de prensa «la UE es ahora mismo el mayor exportador del mundo de vacunas contra el Covid-19 del mundo» y lejos de limitar los intercambios su propósito es «invitar a los demás a practicar la misma apertura que nosotros» puesto que las reglas que pretende aprobar «solo pretenden asegurarse de que cuando un laboratorio está exportando a cualquier punto del mundo es porque también ha cumplido con sus compromisos con Europa». Von der Leyen reveló que desde el 1 de diciembre se habían enviado 77 millones de dosis fabricadas por productores de la UE a 33 países.
«Parte justa»
De esa cantidad, 21 millones fueron al Reino Unido, aunque solo poco más de un millón fueron de AstraZeneca, y el resto fueron dosis de la vacuna de Pfizer. La presidenta publicó en un twitter el mensaje que les transmitió a los responsables nacionales. «Mientras la UE se mantiene abierta al intercambio –dijo– los gobiernos deben garantizar que los europeos reciban una parte justa de las vacunas». Al final, en el Consejo no se llegó a un acuerdo para apoyar totalmente la propuesta de la Comisión. En el documento de conclusiones se afirma únicamente de «la importancia de la transparencia, así como del uso de autorizaciones de exportación», en el
Enfrentamiento Alemania y Austria se encararon porque consideran que el reparto de vacunas se ha roto
mercado de vacunas. Países como Holanda, Irlanda, Bélgica y Suecia, están preocupados por el impacto potencial en las cadenas de suministro. A juzgar por las expresiones de Von der Leyen a la hora de explicarlo, daba la impresión de que aún estaba tratando de convencer a unos cuantos.