Un bofetón a la doble moral
Magüi Mira dirige esta obra de la sueca Christina Herrström, que protagoniza la actriz María Galiana
Estrenar una obra titulada ‘El abrazo’ en estos tiempos en que nos han hurtado esta señal de cariño no deja de tener un punto revolucionario. Asiente Magüi Mira, directora del montaje de esta obra de la autora sueca Christina Herrström, que hoy se estrena en el Teatro Bellas Artes de Madrid, con María Galiana, Juan Meseguer y Jean Cruz. «Sí, es revolucionario. Un abrazo es ahora una gran transgresión... ¿Quién nos lo iba a decir? Los abrazos, o los ‘no abrazos’, han cambiado tantas veces el curso del mundo. En un plano cotidiano tiene un valor, pero si lo extrapolas y lo subes a una metáfora poética, como estamos trabajando esta obra, tiene un significado diferente. El ‘no abrazo’ es la intolerancia, el muro, la separación, el no aceptar al otro, no respetar su espacio... Eso ha pasado tantas veces en la Historia, y continúa pasando hoy, en que se siguen levantando muros. El abrazo es lo contrario: es derribar el muro y aceptar».
Magüi Mira define ‘El abrazo’ como «una comedia dramática, lejana heredera de Strindberg, en la que se mezclan realismo y fantasía, arrastrados por una imparable corriente de humor. Una mujer, Rosa, y un hombre, Juan, de avanzada edad, antiguos amantes, se reencuentran y abrazan después de casi una vida en la que su deseo de tener un hijo ha seguido palpitando. Ese mismo día un hombre aparece feliz en la puerta de Rosa».
«Cristina Herrström ha escrito un cuento, pero uno de verdad, y que no tiene un buen final; los cuentos son mentira y acaban bien, pero no en este caso. Es un cuento porque no es real, pero sí es de verdad. Hay un personaje que nos hace volar y que nos muestra un paisaje que no queremos ver. Es un bofetón a la doble moral de este primer mundo en el que protegemos nuestra zona de confort con muros para alejarnos de otro mundo que no queremos saber que existe».
«Imagínese que abre la puerta de su casa y se encuentra con dos inmigrantes de esos que llegan por oleadas a las costas de Europa y le preguntan si se pueden quedar. ¿Qué hace? De eso habla la función, de la doble moral, de cómo nos protegemos de una forma cruel y brutal».
El hecho de que la autora sea sueca le proporciona, dice Magüi Mira, una «mayor perspectiva». «Ella ve un paisaje muy amplio, y por eso es capaz de trabajar la función en comedia. Solo si tienes altura de miras puedes tratar con humor –con un humor inteligente, como es el caso– hechos dramáticos, trágicos, crueles... Ella es capaz de poetizarlo, de trascenderlo, en el mejor sentido de la palabra. Es capaz de trabajar en un realismo mágico, un surrealismo, con reminiscencias de ‘El sueño’, de Strindberg, porque esta obra no resiste un análisis psicologista». La autora, dice Magüi Mira, «toma la realidad, la exprime, va a la esencia y con ella es capaz de crear una pieza de gran vuelo poético. La belleza es una emoción, y me gusta; todo lo que sea un potenciador de la emoción –y la belleza lo es– es útil y necesario para la escena, para llenar de vida un texto.
Los dos protagonistas son dos personas mayores. Dice la directora que «lo podían haber hecho dos actores más jóvenes, pero siempre me los imaginé mayores; ver que dos personas que han atravesado toda su vida y que llegan al final sin haber entendido lo esencial de la propia vida es más ácido y cruel que si fueran dos personas más jóvenes». Y habla la directora de María Galiana. «Tiene algo especial, yo contaba los días hasta empezar los ensayos. Nos queremos muchísimo, nos identificamos y nos entendemos solo con mirarnos. Tenemos algo en común; las dos somos actrices tardías. Y eso tiene un precio alto que hemos pagado las dos».
à Significado «El ‘no abrazo’ es la intolerancia, el muro, la separación, el no aceptar al otro, no respetarle»
·Madrid.