Cuando el equipo de tu vida es España
Mientras Sergio Ramos sigue buscando ampliar sus números con la selección, grandes figuras de otros deportes como Rafa Pascual, Rocío Ybarra y Amaranta Fernández relatan a ABC qué supone defender toda una vida la camiseta nacional
ismo deporte, mismas reglas, mismo objetivo, pero, sin embargo, todo cambia cuando la camiseta que se viste es la de la selección nacional. Existe un ‘algo más’, apenas traducible en palabras, que impregna estos encuentros, deportivos y humanos, de un sabor especial, de esos que se quedan en el recuerdo y casi casi en la piel. «Seguramente es lo más importante que he hecho en mi carrera», resume Rafa Pascual, 533 partidos en voleibol, el sentimiento de todos los que suman y suman partidos con España. «La selección es la forma de vida, y el club del día a día, el proceso», apostilla Rocío Ybarra, récord de internacionalidades en hockey, con 266.
A mitad de marzo, un Raúl Entrerríos que anula en la pista los 40 años de su DNI se hizo más eterno que nunca al cumplir contra Argentina su partido 281 con la camiseta nacional, superando en uno a otro mito del balonmano como David Barrufet. «Para mí es un orgullo que seas tú quien bata este récord, y espero que tu último partido sea en una final olímpica y os llevéis el oro», felicitaba el exguardameta. El pasado viernes, Sergio Ramos pactó con el seleccio- nador,
Luis Enrique, jugar 45 minutos contra Grecia para sumar así un número más en su historia con España. Factores que demuestran que esto no va de dinero ni de modalidades deportivas. Esto va de mucho más allá.
«La diferencia es absoluta. No es solo sacar tu mayor rendimiento y jugar. Hay un factor de compromiso, de querer dar un poco más, de representar a tu país, a tus compañeros y tu deporte. El equipo profesional cambia, un día juegas en Japón y otro en Italia. Y la profesionalidad se comparte, es la misma, es darlo todo. Pero esto es jugar por mi país, todos luchando con la misma camiseta. Sin una compensación económica importante. Es una
Mdecisión personal. Fuimos campeones de Europa en Moscú en 2007 y se me quedó grabada una frase del entrenador italiano: Rafa Pascual lleva la camiseta de España tatuada en la piel. Es esa la intención. Representar a mi país lo mejor posible», explica Pascual.
Comparte línea argumental con Entrerríos, que lo ha ganado todo con el Barcelona, pero para quien la selección es un volver a casa, a ese grupo de amigos con los que ha compartido todo, sobre todo, disciplina, compromiso y muchas risas. Así valoraba su papel como capitán de un vestuario que, con él al mando, ha ganado un Mundial, dos Europeos y un bronce olímpico, entre otros premios: «Co- mo capitán no tengo que hacer mucho, la verdad. Mis labores son únicamente... nada. Quizá animar un poco más, y decir alguna que otra verdad cuando toca, pero con este grupo nadie necesita que le pongan las pilas. Todos venimos con ellas puestas».
Ybarra va más allá y subraya sin vacilación que la selección es su equipo.