Salvador Illa
Soso, serio, formal y resentido El extitular de Sanidad irrumpe en la precampaña madrileña para cargar contra Díaz Ayuso
De carácter meramente geográfico y territorial, el hecho de que Madrid carezca de playas y banderas azules nos va a privar de un nuevo ejercicio de insumisión política y de su correspondiente alerta anarcolibertaria, acción y reacción, de los que tanto animan el pulso que libran Sánchez y Díaz Ayuso. Madrid es una de las pocas comunidades autónomas que como consecuencia de su interiorismo peninsular no se han rebelado contra la obligatoriedad de combinar mascarilla y bañador, según la rompedora colección de verano ‘prêt-à-porter’ lanzada por la Maison Darias. Ayer fue el consejero catalán de Interior el que, mientras Salvador Illa acusaba a la presidenta madrileña de desleal y fanática, aseguró que los Mossos aplicarán en las playas regionales «la lógica pura», lo que en el lenguaje de las bolas de ‘foam’ quiere decir que se van a pasar la nueva normativa por el forro de la sombrilla y que el ‘top-less’ facial va a ser la tónica de una nueva era de destape y de un tercer verano del amor, desinhibido y ventilado por la brisa marinera. A la ministra, ni caso. Como el de su predecesor en el cargo, el efecto Darias dura lo que un desodorante antes de que su usuario huela a perro lobo por las partes altas, en función de la descomposición y la fermentación del sudor y de un Estado compuesto en el que cada cual tiene y aplica su lógica, salvo que sea Madrid la región que expone sus hechos diferenciales e improvisa una playa en el secarral. De salvavidas y con prismáticos tenemos a Illa, efectivamente.