‘Crematorio’, la serie que iluminó el camino: «¿Podemos hacer ‘Los Soprano’?»
Diez años después de su estreno, los creadores de la gran apuesta de la ficción española de pago cuentan sus entresijos
«Cuando nos dijeron que querían una serie de pago, pensamos: ¿Podemos hacer ‘Los Soprano’? ¿Nos van a dejar?». Los hermanos Jorge y Alberto SánchezCabezudo recuerdan, diez años después de su estreno, cómo se gestó ‘Crematorio’, la serie que puso las luces de la ficción ‘premium’ en España.
La obra fue resultado del concurso de un grupo de pioneros locos a partir de una novela que retrataba la corrupción urbanística también un poco antes de lo esperado. «Fue un dolor de cabeza, porque no estábamos preparados», confiesa Álex Martínez Roig, director de Contenidos de Movistar+, entonces en Canal+. El directivo recuerda algunos nombres clave para sacar todo adelante: «Yo lo defendí y Miguel Salvat [ahora jefazo de HBO en España] llevaba el área y lo puso en marcha. Fernando Bovaira, productor de MOD, presentó aquella idea tan especial, sobre una novela con una estructura tan diferente. Y luego los hermanos Sánchez-Cabezudo se atrevieron con un ritmo narrativo que cambia a medida que avanza la serie, porque fuimos aprendiendo todos en todo momento».
«Creo que fue muy valiente», añade Martínez
Roig, y los espectadores percibieron el esfuerzo y la pasión, además de la calidad de los actores: Pepe Sancho, Juana Acosta, Alicia Borrachero, Aura Garrido... Fue un plato cocinado con mucho amor».
Un proyecto pionero
Jorge Sánchez-Cabezudo retrocede aún más en el tiempo y añade otro nombre que, si bien no participó en ‘Crematorio’, fue importante en su carrera. «En mi vida se presentó un día Ramón Campos. Él había leído mi guion, me tenía medio fichado y me propuso una estructura de thriller-drama que sonaba muy bien, rodada como cine». Aquella charla dio origen a ‘Desaparecida’, que para él fue «un anticipo». «No sé si se ha valorado o suficiente, porque no era para plataformas, pero planteaba una nueva forma de narrar de calidad. Campos me hizo ver que se puede hacer televisión con otra factura».
Por supuesto, otro nombre capital fue el de Rafael Chirbes, autor de la novela, pese a que los hermanos respetaron su texto más bien poco. «Él entendía que la fuerza de su novela estaba en la violencia de la palabra y en los monólogos, y que era imposible hacer una serie basada en esas características», opina Alberto. Quizá se mostró frío con el resultado. El menor de los Sánchez-Cabezudo recuerda, sin embargo, que de Chirbes les llegó el mayor elogio: «Cuando se murió Pepe Sancho, publicó un artículo en el que dijo que él se llevaría a Bertomeu con la cara de Pepe».
La influencia del protagonista, Pepe Sancho, fue otro impulso imposible de valorar en su justa medida. «Era una persona extremadamente inteligente», afirma el director. «Vio muy claro que era su papel. Él era valenciano y conocía ese mundo. Aportó mucho al personaje. Me entendí muy bien con él, aunque Bovaira me había advertido: ‘Te va a medir’». Y vaya si lo midió: «Me tanteó un poquito, pero enseguida conectamos. Fue muy fácil. Sabía que la serie era algo más y que su personaje iba a quedar». Su manera de volcarse, añade, no tenía nada que ver con su enfermedad posterior. «Su cáncer se detectó unos dos años después, no lo sabía entonces». José Sancho falleció en 2013, y con él su Rubén Bertomeu.