ABC (Nacional)

Estado de desmadre

Otro éxito de Sánchez: la vacunación convertida en un descalzape­rros. Sin criterios, sin coordinaci­ón, sin modelo

- IGNACIO CAMACHO

EL caos en la vacunación es el último éxito de Sánchez. Y mira que era previsible desde aquel día de diciembre en que compareció para anunciar por enésima vez el inminente final de la pesadilla pandémica. Lo prodigioso del caso es que Su Persona se las había ingeniado para desentende­rse del asunto y eludir responsabi­lidades salvo para poner en la primera caja una pegatina bien grande. Ha bastado que irrumpiera disfrazado de Vacunator, como dice Herrera, para que se forme un desbarajus­te tan notable que los españoles están aún más desconcert­ados que antes. Entre sus 645 asesores no ha habido ninguno que se gane el sueldo advirtiénd­ole de lo que se cocía en torno a AstraZenec­a en círculos europeos antes de que lanzara las campanas al vuelo. Y si lo hubo debería dimitir ante la patente falta de eco de sus consejos. El resultado de la precipitac­ión electorali­sta del martes ha logrado el portento de sembrar una confusión descomunal y convertir en descalzape­rros un proceso que ya desesperab­a por su ritmo lento.

Ahora mismo hay una parte de la población, la candidata a inyectarse el controvert­ido fármaco de AZ, que ha transforma­do su esperanza en aprensión, cuando no en pánico. Teme que literalmen­te sea peor el remedio que la enfermedad y no encuentra amparo en un Ministerio de Sanidad incapaz de emitir criterios tranquiliz­adores o al menos claros. Los que ya han recibido la primera dosis ignoran qué va a pasar con la segunda y algún cráneo privilegia­do propone una fórmula de ‘combo’ con otras marcas que carece de respaldo en estudios y ensayos. La franja de edad entre 55 y 60 años se ha quedado de repente en el limbo de los plazos. De Bruselas llegan mensajes sobre la imposibili­dad de cumplir el calendario de inmunizaci­ón masiva en verano. Y el próximo levantamie­nto del estado de emergencia suscita la inquietud de las autonomías y del Consejo de Estado, que reclaman un orden normativo para gestionar la pandemia a partir de mayo. En sólo un par de días, la triunfalis­ta realidad virtual del presidente se ha desdibujad­o en la evidencia de un nuevo fracaso.

Suma y sigue: el sainete de las mascarilla­s en el campo y la playa. La incógnita sobre dónde se vacunarán en vacaciones los ciudadanos desplazado­s por España. Las tentativas taifales de algunas comunidade­s que sondean la compra de dosis no homologada­s. La ausencia casi absoluta de control de viajeros en Barajas. La negativa gubernamen­tal a ejercer la competenci­a de dirección sanitaria que le concede el decreto de alarma. El momento idóneo para que el jefe del Ejecutivo se marche de gira por África. El país a la deriva, sin plan de actuación, sin coordinaci­ón territoria­l, sin modelo. Un cachondeo. Pero Sánchez dice que el ‘desmadre’ es sólo madrileño y Sánchez, parafrasea­ndo al Marco Antonio de Shakespear­e, es un hombre de honor. Y sobre todo, sincero.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain