MONTERO QUIERE OBLIGAR A MADRID A SUBIR IMPUESTOS
Hacienda corrige a Gabilondo y plantea aumentar ya la presión fiscal en Sociedades, Patrimonio, Sucesiones y Donaciones
MADRID
La reforma fiscal y, por ende, la de la financiación autonómica, comienza a dar sus primeros pasos en un camino eterno. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció ayer el nombre de los 17 expertos del grupo para la reforma fiscal, que en un año deberán entregar sus conclusiones: en concreto, el 28 de febrero de 2022. Pero Montero desveló también que desea acelerar ciertas medidas para que entren en vigor ya en 2022, de la mano de los Presupuestos Generales de dicho ejercicio. ¿Cuáles? Montero respondió que «hay otra figura, como las que están vinculadas a la riqueza y al patrimonio, a sucesiones, a donaciones, que también el Ministerio tiene especial interés en escuchar cuál es la fórmula que consideran más adecuada las personas que están trabajando en el ámbito académico o en el ámbito profesional, como son las que componen el comité de expertos».
Posteriormente, la ministra explicó que la voluntad de su departamento es «someter a discusión» la armonización de impuestos, «para evitar que haya asimetrías o dejar vacíos de contenido como ha ocurrido en alguna comunidad autónoma», en referencia a Madrid, donde el Impuesto de Patrimonio se bonifica al 100% y no existe en la práctica. De esta forma, dentro de esta parte de la reforma fiscal que el Ejecutivo quiere que los expertos vayan anticipando, está la armonización de Sucesiones y Patrimonio, que subirá los tributos en regiones con impuestos reducidos como Madrid y los bajará en aquellas con una alta presión fiscal.
La ministra señaló que el objetivo conjunto de la reforma fiscal será cerrar la brecha de recaudación entre España y la UE, de siete u ocho puntos de PIB, es decir, más de 80.000 millones de euros. Otra de las metas es que las comunidades solucionen su «infrafinanciación», recordando los 16.000 millones de fondo Covid a las regiones en 2020 y de 13.000 en 2021.
La idea de Montero de que la armonización de impuestos se aborde en esta primera tanda choca de lleno con lo propuesto por el candidato socialista a las elecciones madrileñas, Ángel Gabilondo. Una divergencia que se da incluso si entra a lo largo de la legislatura, que acaba en 2023. «Mi idea es que en esta coyuntura excepcional no se toque la fiscalidad durante estos dos años. Abrir todo el proceso de la fiscalidad en este momento nos parece que llevaría a la inoperancia de un gran debate», señaló Gabilondo. «Gabilondo lo intentó disimular, nos intentó engañar, pero es que ni son capaces de disimular quince días seguidos», señaló ayer el consejero de Hacienda madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, sobre las palabras de Montero.
En este pulso, si la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó al Gobierno de «meter miedo» a la población con las vacunas, Montero respondió ayer que es Ayuso la que «mete miedo todo el tiempo», sobre la situación económica. La también portavoz del Gobierno señaló su deseo de abordar este cambio en el marco de la reforma de la financiación autonómica. En todo caso, resaltó que «habrá que ver qué dicen los expertos». Montero recordó que la revisión de la fiscalidad patrimonial, es parte de un debate mundial. El FMI reclamó a la comunidad internacional la semana pasada una tasa Covid temporal a los más ricos y tributos como Patrimonio y Sucesiones.
En todo caso, el grupo de expertos que en 2017 entregó su propuesta al entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y en el que repiten algunos nombres en el actual comité, defendió permitir bonificaciones como la de Madrid con Patrimonio, pero también fijar una armonización de Sucesiones con horquillas de tipos. Antes, en 2014, el anterior grupo de expertos para la reforma fiscal propuso sustituir Patrimonio por un impuesto a la riqueza inmobiliaria, como después hizo Francia, y ampliar el número de contribuyentes que pagaban Sucesiones pero reduciendo los tipos.
Desde 2009 no se ha reformado el modelo de financiación autonómica, que preveía revisarse en 2014. La elevada complejidad política de conseguir un sistema consensuado ha impedido que se haya rematado el melón de la financiación regional.
Dentro del plan a Europa
La otra línea prioritaria que Hacienda desea que vaya de avanzadilla, en palabras de Montero, es el endurecimiento del Impuesto de Sociedades. PSOE
y Podemos habían pactado precisamente un tipo mínimo a las grandes empresas, en línea con lo defendido por la secretaria del Tesoro norteamericana, Janet Yellen. Eso sí, Montero incidió en que no renuncia a aprobar una subida del tributo por su cuenta en España mientras se llega a un acuerdo global, como ha hecho con la tasa Google.
«Seguro que el Impuesto de Sociedades va a ser uno de los más importantes en este primer momento de la reforma fiscal», destacó. El anuncio de la reforma fiscal se incluirá en el plan que el Ejecutivo remitirá en breve a Bruselas, dicen fuentes de Hacienda. «La idea del Gobierno es que, independientemente de que el documento final pueda estar en torno a un año, vayan anticipando algunos trabajos sobre las figuras tributarias en las que vayan teniendo avances, al objeto de (...) la preparación de los Presupuestos de 2022 pero también para el nuevo modelo de financiación autonómica que también es un elemento indisoluble de esta reforma fiscal», describió la ministra. Los nuevos impuestos ya están en el horno.