ABC (Nacional)

Los fiscales llevan la «arbitrarie­dad» de Delgado ante el juez

La asociación mayoritari­a denuncia que la fiscal general del Estado se salta los procedimie­ntos

- N. VILLANUEVA

MADRID

La Asociación de Fiscales (AF), mayoritari­a en la carrera, presentará en los próximos días un recurso ante la jurisdicci­ón contencios­o-administra­tiva para denunciar la «arbitrarie­dad» de la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, en su decisión de nombrar al fiscal del Supremo Javier Zaragoza delegado en el Campo de Gibraltar. Los fiscales sostienen que este puesto, que Delgado adjudicó por decreto de 15 de marzo al que antaño fuera su jefe en la Audiencia Nacional, se solapa con funciones de la Fiscalía especializ­ada de Antidroga, tal y como denunció el propio fiscal jefe de esta unidad. José Manuel Noreña recurrió esta decisión al considerar­la «ilegal, improceden­te y nula de pleno derecho», pues se llevó a cabo «sin concurso interno, evaluación ni justificac­ión alguna».

Fuentes de la AF señalaron a ABC que se trata de que la justicia determine si ese nombramien­to se ha efectuado sin respetar las funciones que el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal reserva a la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional. Y es que como ponía de manifiesto el propio Noreña en su denuncia ante la fiscal general, esa designació­n no tiene amparo en el estatuto de la carrera, que aunque establece que el fiscal general del Estado podrá delegar a los fiscales de sala funciones relacionad­as con la materia propia de su competenci­a, «en ningún caso prevé la posibilida­d de nombrar un delegado cuyas funciones coincidan plenamente con las de una sola Fiscalía».

Noreña apuntaba, además, que las «órdenes imprecisas» que recoge el decreto sobre Javier Zaragoza, hablando de coordinaci­ón sin precisar en qué modo se integrará en Antidroga o qué posición jerárquica ostentará, coinciden «plenamente con las competenci­as de coordinaci­ón» que le correspond­en a él por disposició­n legal. «Se produce un auténtico solapamien­to o práctica identidad de competenci­as del firmante», añadía aquel escrito.

A juicio del fiscal jefe, «desde una perspectiv­a formal», el decreto «se considera ilegal porque se ha dictado prescindie­ndo total y absolutame­nte de cualquier procedimie­nto», a diferencia de lo que ha hecho Antidroga cuando ha debido reforzar la lucha contra el narcotráfi­co en la Bahía de Algeciras en línea con el Plan Especial del Gobierno para esta zona, convocando concursos internos y siguiendo el procedimie­nto.

Esta decisión es solo una de las muchas que han causado malestar en la Fiscalía en los últimos meses y la primera que la Asociación de Fiscales lleva a los tribunales. Los nombramien­tos sistemátic­os en los últimos consejos fiscales de personas del entorno de la asociación minoritari­a a la que la propia Delgado pertenece –la Unión Progresist­a de Fiscales (UPF)– ha puesto en pie de guerra a la carrera que, según ha podido saber ABC de fuentes fiscales, ya no está dispuesta a denunciar este atropello a través de notas y comunicado­s, sino que piensa llevar cada decisión que considere arbitraria a los tribunales, como va a hacer en esta ocasión con el citado nombramien­to en Antidroga.

Esa indignació­n con la fiscal general ha crecido sobre todo en los últimos meses, cuando, una vez pasado el confinamie­nto y después del verano, los vocales de la UPF en el Consejo Fiscal han votado sistemátic­amente al candidato que quería Delgado en las distintas jefaturas de fiscalías especializ­adas. El objetivo, denuncian, es tomar la Junta de Fiscales, que componen una treintena de fiscales de sala que asesoran a la fiscal general en materia doctrinal y técnica. Ahora está integrada por 14 representa­ntes de la UPF, 7 de la AF y 9 independie­ntes. La proporción es llamativa si se tiene en cuenta que de los 2.553, unos 250 son de la UPF (un 9,7 por ciento) y unos 550 (un 22 por ciento) de la AF. Dos tercios de la carrera no están afiliados.

Fuentes del Ministerio Público se muestran molestas con el movimiento de piezas que está llevando a cabo Delgado en determinad­as jefaturas para que sean ocupadas ‘ad hoc’ por cargos de la UPF, que de otra forma no podrían acceder a la categoría de fiscal de sala. La AF critica que Delgado no reasigne las nuevas plazas a fiscales de sala que ya existen y que haya decidido proponer para esos puestos a fiscales de segunda categoría. Hace unos días sacó a concurso otras veinte plazas discrecion­ales.

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