«Si hay un estallido social en Cuba, el coste de vidas sería elevado»
Máximo O. Ruiz Matoses Exteniente coronel cubano
En las últimas semanas ha emergido el nombre de Máximo Omar Ruiz Matoses (Guantánamo, 1945), exteniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, que ejerció funciones en el Ministerio del Interior cubano (Minint). El exmilitar lleva viviendo más de una década en el exilio, tras pasar casi dos décadas en la cárcel acusado de «deserción» por pedir la renuncia de Fidel Castro y su hermano Raúl. Ahora ha participado en varios comunicados, acompañado de otros exmilitares cubanos exiliados, que se han agrupado bajo el nombre de Militares Cubanos Objetores de Conciencia (MOC).
Uno de estos comunicados iba dirigido a los militares en activo que viven en la isla, a los que piden que no se enfrenten a la población civil. «Nos oponemos y condenamos firmemente el uso del armamento contra nuestra indefensa población; así como señalamos a los verdaderos culpables de las penurias por las cuales atraviesa, sin horizonte visible que solucione la acuciante miseria por la que pasa la mayoría de nuestros compatriotas», explica Ruiz Matoses a ABC desde España, donde se estableció hace más de diez años. —¿Muchos militares cubanos estarían dispuestos a disparar contra civiles si así se lo ordenara el régimen? —En nuestro tiempo de servicio en las FF.AA. y el Minint conocimos de los perversos planes de la cúpula gobernante desde prácticamente los comienzos de la tiranía. Inclusive plasmados en documentos como el tristemente famoso ‘Plan Saturno’, que ya implicaba desde aquellos tiempos el empleo combativo de los tanques contra el pueblo de ser necesario. Nuestra consideración, por su propia extracción popular, es que nuestras FF.AA. no dispararán contra el pueblo. Algún que otro ‘iluminado’ es probable que, ante una justa revuelta popular, utilice el armamento contra sectores de la población, como por ejemplo algunos miembros de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria), de la contrainteligencia de ‘Cárceles y Prisiones’, pero serán los menos y se supone que serán rápidamente ‘neutralizados’. Además, está la enseñanza que nos dejaron los acontecimientos de Rumanía: el dictador Ceaucescu activó el plan de usar los tanques contra el pueblo y estos, cuando llegaron al sitio de la concentración supuestamente ‘popular’, viraron sus torretas contra el edificio de la ‘Securitate’. Y todos sabemos cómo acabó el ‘juego’. El dictador y su esposa, pasados por las armas. Este ejemplo martilla a la cúpula militar mafiosa que detenta el poder en Cuba. —¿Ve la posibilidad de un estallido social en Cuba?
—Están dadas las condiciones para un estallido popular de imprevisibles consecuencias, que seguramente arrojará del poder a esta pandilla de bandidos corruptos, pero el coste de vidas humanas sería incuestionablemente elevado y por ello abogamos para que esto no ocurra. A Raúl (Castro) y a muchos integrantes de su mafia se les puede aplicar el artículo punitivo de criminales de lesa humanidad. Esto es claro y ellos lo saben. Raúl, en persona, tiene algunos cientos de asesinados en su haber y otros personajes de la dictadura, como Ramiro Valdés, Guillermo García, Machado Ventura, López-Callejas... —Esta semana Raúl Castro dejará de ser el secretario general del PC, ¿esto puede cambiar algo en Cuba?
—Más de lo mismo. En el VIII Congreso del PC podrán nombrar a otro secretario general como una maniobra táctica, pero el poder real de la nación, estratégicamente, estará en manos de Raúl y comparsa, destacándose su hijo, Alejandro ‘el tuerto’. Ellos saben que si dejan el poder, en algún momento se les pasará la cuenta y no son tontos. —Para la disidencia, la que lleva las riendas de Cuba es la Seguridad del Estado, que no está dipuesta a ceder el poder. Mientras esto no cambie, la represión seguirá existiendo.
—Es cierto. Díaz-Canel y el coronel Marrero (primer ministro de Cuba) son los administradores de ‘la finca’, pero el mando de la misma, incluyendo también la ‘administración’ de estos dos, está en manos de la cúpula militar mafiosa. Recuerde que Gaesa (el conglomerado empresarial gestionado por militares, sancionado por EE.UU.) dirige la economía prácticamente en lo referente a todo lo que tenga que ver con el manejo de moneda libremente convertible. Y su jefe es el general de brigada López-Callejas, exyerno de Raúl Castro. La Seguridad del Estado son los ‘brazos’ ejecutores de las órdenes emanadas de la cúpula mafiosa. Se decía que a finales de la década de los ochenta la plantilla de la contrainteligencia del Minint ascendía a unos 60.000 oficiales y un poco más.