En defensa
contra, no tiene una operación empresarial a la que agarrarse.
La empresa debería devolver 53 millones en un plazo de siete años, lo que supone la entrega de 7,5 millones por ejercicio. Una cuantía ambiciosa teniendo en cuenta que la compañía ha cerrado con pérdidas en cada uno de los cinco años que lleva operando. En 2019, cuando el sector aéreo marcó máximos históricos de pasajeros en España, la empresa registró unas pérdidas de 2,78 millones de euros. En conjunto, en el último lustro ha cosechado unos números rojos de 13 millones de euros. Y todo ello se produjo en un periodo de bonanza para la aviación, que ahora prevé no recuperar los niveles precrisis hasta, al menos, 2024.
Pese a ello, la compañía continúa defendiendo públicamente su rescate. Ayer remitió un comunicado en el que asegura que fue la empresa del sector aéreo que más incrementó su facturación en 2019. «En 2019, Plus Ultra Líneas Aéreas obtuvo una facturación récord de más de 94 millones de euros, con un crecimiento del 47% respecto a 2018, año en el que creció también casi un 15% frente al ejercicio anterior», destacó la firma, que insiste en que su papel estratégico viene definido por la cuota de mercado que posee en las rutas hacia Iberoamérica. Según sus cálculos, el sector creció de media un 14% durante ese ejercicio.
Lo que no explicó la empresa es que los grandes grupos del sector aéreo facturan miles de millones al año y, por tanto, tienen más complicado alcanzar esos incrementos porcentuales. Por citar un ejemplo, Iberia registró una facturación de más de 5.600 millones en 2019; Vueling de más 2.400 millones.