Enrique Riquelme, el rey de las energías que plantó cara a Florentino Pérez
El empresario alicantino de 32 años retira su candidatura a presidir el Real Madrid por falta de tiempo
Emprendedor Duerme cinco horas, vive a caballo entre Panamá y México. Es apasionado del golf y el esquí
Con 21 años hipotecó un apartamento en Torrevieja que le habían regalado sus padres, compró un billete de avión rumbo a Brasil y durante un viaje improvisado a Panamá, vio la oportunidad de poner la primera piedra de lo que luego se convertiría en un gran imperio. Podría haber echado raíces en su pueblo natal de Cox (Alicante) trabajando en el negocio de su familia en el hormigón, pero prefirió volar solo y lograr que el nombre de Cox sonara en todo el mundo, dando nombre a uno de los primeros grupos de energías renovables en América Latina; Cox Energy.
El nombre de Enrique Riquelme ha copado estos días los titulares de la prensa deportiva y no económica tras anunciar que retiraba su candidatura a la presidencia del Real Madrid, dejando vía libre a Florentino Pérez. «Adelantó las elecciones de una manera que creo que no era la adecuada», declara en conversación con ABC.
«Para el Real Madrid del futuro yo solo quería poner mi punto de vista. Uno, como madridista tiene la ilusión de que al club le vaya lo mejor posible, por eso he tratado de ser lo menos polémico durante estas elecciones».
No tira la toalla
Riquelme no va a tirar la toalla tan rápido. «El domingo ya estaba planeando las siguientes. Estaré a disposición para seguir trabajando y estar mejor preparado para cuando el señor Pérez quiera convocarlas». «Como madridista de corazón, el Madrid necesita ir a algo más o si no, va a perder su sitio. Debe ser un club global, tener al mejor talento en todos los sentidos, como los jugadores, pero también la parte técnica; separar poderes, profesionalizar el club para enfrentarse a esta nueva etapa. No es que haya soñado con ser presidente, pero hay una responsabilidad por mi parte. No se trata de quejarse, se han endurecido los requisitos para poder presentarse, que no lo veo bien.
Los cumplo, mi trabajo me ha llevado y qué menos que los socios puedan votar», señala.
Riquelme vive a caballo entre Panamá y México y cada dos meses, regresa a España. El inicio de su carrera profesional en Panamá lo ligó a la experiencia adquirida en Alicante en el sector del hormigón y las canteras. Vio que había muchas posibilidades en la construcción por la ampliación del Canal. Fundó un grupo con el que suministraba arena.
Inquieto, ambicioso y con sed de ir a más, en 2012 se topó con el sector de las renovables y se percató de su potencial. «Me enamoré de ese sector y desinvertí del hormigón, cemento, cantera para asentarme en las renovables. En 2014 tras vender todo, fundé Cox Energy». Para Riquelme, la clave de su éxito está claro: «Empezar muy joven en América Latina, rodearse de grandísimos profesionales y aspirar a lo que uno quiere y no ceder a los comentarios de que todo es imposible. Los grandes hitos que se consiguen son aquellos que la gente decía que eran imposibles y te das cuenta de que no».
Golf y esquí
Duerme cinco horas al día, disfruta trabajando, pero araña horas el día para sus amigos y aficiones. «Siempre hay un ratito para desconectar, Netflix, deporte o salir a comer. Pero mi principal hobby son mis proyectos». Además del fútbol, es un apasionado del golf, el esquí y de la Fórmula E. En verano, se deja ver en Palma, Ibiza o Marbella, donde acude a los conciertos de Starlite, fundación que preside su buena amiga Sandra García-Sanjuán y a la que apoya otro de sus amigos Antonio Banderas. A nivel sentimental, Enrique mantiene un noviazgo con la actriz colombiana Juana Arias, aunque prefiere no hablar sobre ello. En su faceta solidaria, Riquelme colabora con la Fundación Scholas, creada en Argentina por el Papa Francisco. «Me buscaron para participar en la Fundación, que es laica, la presido para Centroamérica y Caribe. Yo lidero la parte de emprendimiento y tecnología». Califica al Papa de una persona admirable, de la que siempre se aprende a ser mejor.