Y sus cuatro amores, de turismo en las pirámides de México
Bosé junto a sus dos hijos y los de su ex Nacho Palau
Su voz rota y ronca no es algo físico «es algo emocional», así se lo confesó a Jordi Évole este domingo en una entrevista en La Sexta. Y la causa ha sido el fin de su relación con Nacho Palau. Sobre su ruptura reconoce que «no estaba preparado para eso. Cuando el amor no existe, cuando la amistad y el buen rollo se difuminan, cuando se pierde la admiración a la persona con la que estás, entonces todo se derrumba», aseguró Bosé. Se mostró dolido porque él nunca ha vendido nada de su vida privada y de la noche a la mañana vio como se aireaba todo su íntimo pasado. Reconoce que es un padre estricto, cuidadoso y disciplinario. Evitó pronunciar el nombre de su ex, Nacho Palau y describió su relación no como de pareja, ni propio de una familia, sino como «un acuerdo de convivencia entre dos personas que tuvieron una relación y que, de buen rollo, deciden seguir adelante para que los hijos de ambas partes puedan seguir creciendo juntos, como ellos pensaron, porque eran hermanos desde un principio». Y así parece que acata la sentencia judicial Bosé en la que se decía que aunque no fueran hermanos biológicos debían seguir teniendo contacto presencial. Tras la emisión de la entrevista, el cantante colgaba una imagen en Instagram de los cuatro niños visitando las pirámides de México acompañada de un cariñoso mensaje: «Una mañana de arqueología con mis cuatro amores.Teotihuacán y aquí señalando la pirámide del sol. Historias apasionantes».